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Un señor me despertó del piso. Vestía un traje formal, y traía un maletín.—¿Está usted bien? —Preguntó dándome la mano para levantarme.
Que le importa, viejo guapo «pensé
—Sí, gracias. —Respondí con una sonrisa.
—Oye, ¿Le gustaría jugar un juego conmigo? —Me preguntó.
—¿Que tipo de juego? —Le pregunté con interés.
—Un juego de niños.
El señor abrió su maletín, enseñando miles de billetes en el.
—Jugaste ddakji alguna vez, ¿no? —Enseñó los dos cuadros de papel. —Juega ddakji conmigo. Cada vez que ganes, te daré 10.000 wones.
—No tengo con que pagarte. —Miré el dinero con lastima.
Mentira«
—Me pagarás con tu cuerpo. —Sonrió.
—¿Con mi cuerpo? —Pregunté mal pensando.
—Te daré una cachetada en lugar de 10 000 wones.
—Oh, sí, eso. Claro. —Sacudí la cabeza borrando eso de mi mente.
—Dejaré que empieces primero. Elige un color.
—Mm, Ro- no, el azul. —Decidí.
La primera ronda la ganó el, obviamente, nunca fui buena en este juego.
—No me haga sufrir. —Cerré los ojos esperando el golpe.
Y así fue. Sentí la cachetada directamente, volteando un poco mi cabeza. Sonreí al sentir el dolor, y regresé mi mirada hacía el.
—Mi turno.
Efectivamente, gané la siguiente ronda, y así las 2 finales.
Miré con felicidad el dinero que había ganado.
—Puedes ganar más dinero jugando juegos cómo estos. —Me extendió una tarjeta. —Llámeme.
—¿Por qué confiaría en usted?
—Kim Suni-Min. Lindo nombre y con rimas. Con tan solo 16 años, has robado a exactamente 567 personas, en el último casi fallas de no ser por tu altura. Tu papá era adicto a las apuestas, llenando tu apellido de deudas, tu mamá una alcohólica, y tú misma cuidas a tu hermano de 10 años. Dejaste tus estudios a los 14, sin terminar la secundaria, siquiera. —Yo solo lo miraba estática. —No tarde en llamar.
Cerró su maletín y se fue. Que viejo tan loco. Igual quería el dinero, pasara lo que pasara.
[...]
Vi a una chica alta caminar por la calle. Era atractiva, sacó billetes de su bolsillo, ¿Por qué todos traen dinero?
Caminé directamente hacía ella y choqué con ella apropósito, logrando que tirara sus billetes.
—Lo siento tanto. —Agarré disimuladamente el dinero.
—Ten más cuidado para la próxima. —Se levantó enojada y se fue.
Vaya carácter.
[...]
Llegué al hogar de niños, para visitar a Seong-jin. Le había comprado un pequeño pastelito con el dinero que gané.
—¡Seong jin! —Grité tratando de buscarlo.
Vi como corría hacía mi al escuchar mi voz. Venía con una sonrisa.
—¡Suni! —Me abrazó. —Pensé que no volverías dentro de una semana.
—Mira lo que te traje. —Saqué el pastelito.
—¡De chocolate! —Lo miró con emoción y no tardó en agarrarlo de mis manos.
—Sé que el chocolate es tu favorito. ¿Ya creaste algún amigo? —Le pregunté mientras observaba a los niños.
—Sí, mira. —Apuntó a un niño que se encontraba con la misma chica a la que le había robado.
—Oh no. —Ví como volteó hacía mi. —Tu hermana está apunto de sufrir una paliza.
—¡Pateales el trasero! —Apoyó con chocolate sl rededor de su boca.
—Nos vemos, cookie monster. —Me despedí de el y corrí. Se siente como una rutina.
Escuché como sus pasos se acercaban más a mi hasta sentirlos a unos centímetros.
Agarró mi sudadera y me estampó a la pared. No lo voy a negar, se veía linda, pero el hecho de que me quería matar no ayudaba.
—¿Qué hiciste con mi dinero?—Preguntó acercando su cara más a la mía.
—No te incumbe.
—Dame mi dinero. —Apretó más mis hombros.
—Oblígame. —Sonreí tratando de molestarla.
Esta empezó s checar todos mis bolsillos. Subí mis brazos para ser más accesible.
—Tómate tu tiempo.
Encontró el bolsillo donde tenia los billetes que le había robado, y los que me gané.
—Bingo.
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𝐒𝐌𝐈𝐋𝐄 | 𝑲𝒂𝒏𝒈 𝑺𝒂𝒆-𝒃𝒚𝒆𝒐𝒌 | 𝑺𝒒𝒖𝒊𝒅 𝑮𝒂𝒎𝒆
Fanfic. ° •.. ° -Lamento haberte robado tu dinero. -Si no lo hubieras robado, no nos hubiéramos hablado. Y de todos modos, ni si quiera era mío. Kim Suni-Min debe pagar las deudas de su padre, después de que este murió. Ahora vive robando para mantener...