Midgard

7: luna de sangre (primer parte)

A pasado un día desde que se anunció la luna de sangre y esta noche sucedería, hace un tiempo me había levantado, más temprano de lo normal ya que anoche no pude dormir y estoy seguro que nadie del pueblo pudo conciliar el sueño.

Estaba en la sala con la abuela Ingrid desayunando, mientras comíamos escuchamos ruidos que venían de afuera de la casa, casi a lo lejos.

Einar: “¿Qué será?” me pregunte mientras me levantaba de mi asiento y me dirigía a la puerta.

Al abrirla pude ver como una multitud de gente pasaba por enfrente de mi casa y mucha más andaba por el pueblo.

Ingrid: “deben de ser de las aldeas y granjas circundantes al pueblo, no perdieron el tiempo y vinieron” dijo al lado mío mientras su vista se dirigía a la entrada del pueblo por donde la gente entraba.

Las personas que en su mayoría eran mujeres cargaban con un montón de equipaje y animales, incluyendo vacas, el pueblo volvió a recuperar un poco de bullicio, pero era diferente todavía, en el ambiente sentía una gran tención, todos parecían nerviosos y asustados, una que otra niña o niño lloraban.

Einar: “¿toda esa gente podrá refugiarse en el pueblo?” pregunte a la abuela Ingrid.

Ingrid: “no te preocupes, el templo es grande, incluso tiene unas catacumbas que se usan en estos casos y de ser necesario la Jarl dejara que se refugien en su hogar” me explico.

Eso tranquiliza un poco, pero viendo a esta multitud de personas que probablemente superen los 300, hacía que tuviera mis dudas.

Volvimos a desayunar y al terminar de comer la abuela Ingrid salió para encontrarse con la Jarl, me dijo que tuviera cuidado cuando salga de casa.

Por mi parte, me dirigí a la entrada del pueblo, según la abuela Ingrid mandaron mensajeras a todas las aldeas, granjas y cabañas cercanas al pueblo entre ella la de mi abuelo, asique esperaba que apareciera por la entrada del pueblo, las personas se movían con sus pertenencias mientras eran revisados por la guardia, a los costados de la entrada habían colocado catapultas cargadas con grandes rocas y eran vigiladas por varias soldados, por encima del muro muchas arqueras estaban haciendo guardia.

Einar: “me pregunto cuando llegara el abuelo” dije viendo la multitud de personas, intente asomarme más, pero fui detenido por las esclavas.

Esclava: “tenga cuidado joven amo, podrían intentar secuestrarlo o lastimarse” me advirtió mientras me sostenía de los hombros.

Eso me molesto un poco, pero tenía razón asique me tranquilice y seguí viendo a la gente entrar al pueblo mientras buscaba con la vista a mi abuelo, pero pasaban las horas y ya era pasado el mediodía, regrese a la casa de la abuela Ingrid para almorzar y luego volví a la entrada del pueblo para ver si ya había llegado, todavía venían personas, pero no había señales de mi abuelo y eso me ponía nervioso nuevamente, estaba por ir a buscar a la abuela Ingrid hasta que un ruido me llamo la atención.

¡Woof! ¡Woof!

De entre la multitud que aun esperaba afuera del muro, entro un lobo que, esquivando a las soldados y personas, vino corriendo hacia mí.

Einar: “¡Sif!” grite emocionado al verlo mientras abría mis brazos para recibirlo y acariciarlo.

Las guardias que venían a sacarlo, al ver que era cariñoso con él, volvieron a organizar al grupo de personas que entraba.

Einar: “como estas amigo” dijo acariciando su cabeza.

Sif: “woof” ladro mientras agitaba la cola

Al ver que Sif estaba aquí, significaba que el abuelo había llegado y no tardaría en aparecer, y como supuse, pasado unos minutos el abuelo apareció por la entrada cargando una gran carretilla con muchas de nuestras pertenecías y dos cabras que criábamos en nuestro hogar.