Capítulo 14

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Yused

- La noche del 23 de mayo yo…- respire profundo antes de continuar con mi historia, sabía lo difícil que era recordar todo y sabía que esta persona solo estaba sacando mi peor versión para su diversión.- Y-yo  maté a mis padres, todos en algún momento de nuestra vida queremos a la típica familia feliz y perfecta y yo no era la excepción, yo quería ser la niña de los ojos de mi mama y ser la princesa de papá, pero corri con la desgracia de nacer en una familia podrida, mi padre era un borracho y drogadicto que llegaba una vez a la semana a la casa y cada vez que llegaba golpeaba a mi madre hasta dejarla tirada en el suelo llena de sangre, ya a  mi madre no le quedaba espacio en su cara para otra cicatriz más, y todo era por mi culpa, porque mi papá golpeaba a mi mamá mientras ella me protegía del cerdo asqueroso que era ese tipo, hasta que un día mi mamá se cansó de protegerme y decidió dejarme en manos de mi padre. - tome aire, mis lágrimas caían por mi rostro desesperadamente, el hombre que estaba  a mi lado me dio un golpecito en el hombro para que siguiera contando lo que me había pasado.

- Esa noche jamas la olvidare, mi padre me tomó en sus brazos y me llevo al baño, me tiró al suelo con fuerza, y despues se subio encima de mi quitándome mi movilidad, empezó a romper mi camisa, sentía sus asquerosos dedos tocando mi piel, vi como él me miraba con los ojos llenos de maldad y perversión, rompió todas mis prendas hasta dejarme completamente desnuda, él empezó a quitarse toda su ropa también y segundos después empecé a sentir el dolor desgarrador en mis partes bajas, fue tanto el dolor que sentí que me desmaye, cuando me desperté el cerdo de mi padre estaba sentado a mi lado, me tiró una toalla para que me bañara, cuando hice el intento de levantarme del suelo estaba tan lastimada que me dolía incluso respirar, me mire y mis piernas estaban llenas de sangre, ahí, justo ahí sentí mi mundo caerse y derrumbarse por completo, entre a la bañera y trate de quitar cualquier rastro que me había dejado el maldito, y lo peor, fue que eso se repitió una y otra vez por años, hasta el punto donde yo ya no sentía nada y me daba igual si me lastimaba o no.

- Entonces llegó una noche donde no estaba dispuesta a soportar nada más, baje por la tarde a la cocina y meti un cuchillo en mi bolsillo y me lo lleve a mi habitación, espere que él llegara… Lo escuche llegar a casa y gritarle a mi madre, ella no le respondía nada, como siempre, él empezó a golpearla como era de costumbre, supongo que la dejó tirada en el suelo una vez más, y empezó a subir las escaleras para ir por mi, entro en mi habitación  y  justo cuando él empezó a tocarme y a quitar mi ropa tome el cuchillo con toda la fuerza que pude y corte su cuello, mi cara quedó cubierta de sangre, su sangre, mi rabia aumentó más y empecé a contar las puñaladas que le daba al cuerpo, una, dos, tres, cuatro, cinco, y segui hasta que llegue a la puñalada número 15, mire su cuerpo y lo escupí, por fin había acabado con mi pesadilla, no sentí culpa por lo que había hecho, baje las escaleras y vi a mi mamá tirada en el piso, me acerque a ella y vi lo lastimada que estaba, le dije entre llantos que ya había matado a mi padre y que por fin todo acabaría, pero ella tenía otro planes, ella me tomo la mano con la que sujetaba el cuchillo y me dijo que por favor acabara con su sufrimiento y que la matara a ella también, que no soportaba vivir un día más, que yo ya era una asesina, y al escuchar que me llamara de esa forma, supe que ella dejó de sentir amor por mí justo el día que me dejó a la voluntad de mi padre, y después de todo no la culpo porque ella sufrió todo esto por mi culpa, así que levanté mi mano una vez más y mate a mi mamá esa misma noche.

- Continúa, sabes que ese no es el final de tu trágica vida. - mire con rabia a mi secuestrador, que aun no sabia quien carajos era.

- Después de escapar y esconderme mientras todo se calmaba, hui a Londres, después de todo ya era mayor de edad así que me podía mover por el mundo con mayor facilidad, en Londres encontré trabajo yo ahi conoci a Derek, al único hombre que no odie, a él lo quería, pero él a mi no. - sentí como algo dentro de mi se hundía.

- Maldito…- dijo en un susurro quien estaba a mi lado.

- Fue con el único hombre que puede hacer cualquier cosa sin sentirme mal, pero yo no era correspondida, al ver su rechazo lo que hice fue llenarme de rencor, soy la tipica mujer por la cual cualquier hombre derramaba la baba, menos él, después me enteré que él se contraba en esta ciudad, y me vine para este lugar con un plan en mente, sabía que a él lo estaba buscando alguien para llegar a su padre y matarlo, pero yo quería matar a Derek, por rechazarme, por humillar, después de todo me volví adicta a todo lo que el me hacia y hasta el punto donde empecé a sentir obsesión pero... de pronto empecé a odiarlo a él también, empecé a ayudar a la otra persona que lo buscaba, con eso me acercaria a él para poder continuar con mi plan, justo cuando lo tuve en mis brazos, en mis manos para poder hacer lo que yo quisiera con él, no pude hacerlo, y aun tengo ese plan en  mi mente, pero él corre con mucha suerte.- escuche aplausos del secuestrador, lo mire extrañada.

- Perfecto, a eso quería llegar, yo te puedo ayudar a seguir con el plan, siempre y cuando trabajemos juntos por lo mismo.

- Y… ¿qué debería hacer yo?, si ni se quien eres.- él movió su cabeza en forma de negación.

- Claro que si sabes quien soy, claro que me conoces, ¿por qué crees que tengo esta ridícula máscara en mi rostro.

- Quitatela y te ayudaré, solo si me muestras tu rostro y trabajamos juntos por lo mismo.

- Es que si no colaboras conmigo te puedo entregar a las autoridades, y tengo las pruebas. - vi como señalaba un broche que traía en su chaqueta, el maldito me había grabado y podía usar eso en mi contra. - Puedo editarlo para que no crean que fue en defensa propia, y así pasé el resto de tu vida refundida en una cárcel por asesina.

- Desgraciado… Solo quítate esa máscara y colaborare, trabajaremos juntos.
Esta bien modelito, pero mas te vale que hagas todo lo que yo digo, o te puede costar muy cara tu mentira.- vi como empezaba a quitar la máscara, y no puede ser lo que estoy viendo.

- ¡¡Pero qué carajos!!, eres un traidor.

PERDIDO EN EL CAFÉ DE SUS OJOS [TERMINADA✓]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora