Capitulo 13.

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Capitulo 13.

•29 de Junio.•

Toqué la puerta de la habitación de mi hermana y al escuchar su voz permitiéndome entrar.
Asomé la cabeza y le sonreí. Ella me miraba raro mientras despegaba la mirada de su celular.
La entendía, yo nunca entraba a su habitación.

-¿Vamos al centro comercial?.

Ella asintió ligeramente, confusa, y dejó su celular a un lado, levantándose y buscando un abrigo en el armario.

-Voy a pedirle el auto a papá, te espero abajo.

Me di media vuelta y bajé a la primera planta.
Mis padres estaban sentados en el sofá, viendo las noticias, y para mi mala suerte. Emily Rice estaba en la mitad de pantalla, mientras que a un lado se mostraban unos cuantos forenses sacando fotografías por todo el callejón y haciendo un montón de cosas más.
Luego apareció la que supuse era su madre, ella lloraba sin consuelo alguno, haciéndome sentir culpable en algún sentido.

"Emily Rice, asesinada el día 25 de Junio, fue entregada hace un par de horas a sus padres para que pudieran llevar a cabo su fun..."

-Papá, ¿Me dejas ocupar tú auto?.

Interrumpí la voz del hombre, al no querer escuchar lo que decía.
Mi padre se volteó hacia mí y me sonrió, apuntando las llaves que estaban sobre la mesa.
Me acerqué a él y le besé la mejilla.

-Gracias. -cogí las llaves.- Saldré con Sofia al centro comercial.

Alejandro: De acuerdo, vayan con cuidado.

Salí de casa, no sin antes despedirme de mi mamá, y me subí al auto.
Sofia se subió en el asiento del copiloto minutos después.

Mi cabeza no dejaba de pensar en Lauren, pero también se me presentaba la imagen de la chica. La que ahora estaba muerta.
Me dirigí por el camino más rápido para llegar lo más pronto posible.

Sofia: ¿Por qué vamos al centro comercial?.

-Porque quiero pasar tiempo con mi hermana antes de irme.

Le sonreí mirándola de reojo, esperando que ella también lo hiciera, pero eso no sucedió. Sofia estaba algo decaída, y hasta triste.
Suspiré al aparcar el auto fuera del centro comercial.

-¿Qué pasa?. -le pregunté mientras apagaba el auto.- ¿Quieres volver a casa?.

Sofia: No quiero que te vayas, Kaki. -bajó su mirada.- No quiero...

Me bajé del auto rápidamente y fui hacia la puerta del copiloto para sacar de un tirón a mi hermana y abrazarla con todas mis fuerzas.
Acaricié su espalda unos momentos para que no comenzara a sollozar o algo.

Sofia: Voy a extrañarte más que la ultima vez que te fuiste.

Reí levemente y la alejé un poco para besar su cabeza.

-Vendré más seguido. Te lo prometo. -ella asintió.- Ahora.. ¿Qué hacemos primero?.

Sofia: Vamos a la tienda de helados.

Asentí y la tomé de la mano.
Entramos al centro comercial y fuimos directo a la heladería. A penas nos sentamos en una de las mesas un escalofrío erizó cada rincón de mi cuerpo. El frío había cruzado toda mi columna vertebral.

-Hace frío aquí, ¿No lo crees?.

Sofia: Hm.. no, no siento nada de frío.

Asentí y me levanté, yendo hacia el mesón para pedir nuestros helados.
Cuando volteé con la intención de volver a la mesa, un cuerpo me lo impidió.

Alcé la vista y vi esos ojos, esos labios. La vi a ella.
Me miraba fijamente a los ojos, sin ninguna expresión, solo me miraba.
Cuando desvié mi mirada de sus ojos pude notar el hilo de lo que supuse era sangre que iba desde su oreja hasta su cuello, y continuaba bajando.

Lauren: Ayúdame...

Dijo comenzando a retroceder, mostrándome sus manos empapadas de sangre.
Yo no podía respirar, verla de esa manera era bastante impactante, agregando el hecho de que no sabía qué le había ocurrido.

Lauren: Ayúdame, Camz..

Cuando me acerqué a ella para tocarla, desapareció.
Esto no me podía estar pasando, me estaba volviendo una loca.
Mis piernas temblaban y mi cabeza había comenzado a doler justo donde a Lauren le sangraba.
Estaba asustada, porque estaba sintiendo una desesperación increíble, como si nadie pudiera ayudarme.

Sofia: ¿Camila, estás bien?. -me sujetó del brazo.- Ven a sentarte.

Me ayudó a volver a nuestros asientos. Ella me miraba preocupada, pero yo no podía decir nada, sentía miedo de hablar, pensaba que si lo hacía me dolería como el infierno.

-Creo que me estoy volviendo loca. -hablé por fin, viendo a mi hermana.- Estoy viendo cosas que no están ahí. Estoy alucinando.

Sofia: ¿De qué hablas?.

-Estoy viendo a Lauren por todos lados.

Sofia: ¿La chica que te gusta?.

-Sí.-la miré fijamente, pensando en eso.- La chica que me gusta.

Sofia: ¿Has hablado con ella?. -preguntó confundida.- Te vas mañana, Mila. Al menos despídete.

-No, no he hablado con ella y tampoco pienso hacerlo. La extraño, pero no me acercaré a ella.

Sofia: ¿Qué fue lo tan malo que hizo para que no quieras siquiera despedirte de ella, Camila?.

Alcé mis hombros. Si le decía no me iba a creer o me trataría como estúpida por solo suponer cosas, pero es que no podía cambiar de idea. No podía pensar en otra cosa que no sea que ella tuvo que ver con la muerte de la chica.

Mi mente daba vueltas y vueltas en torno a Lauren, a la sangre, a sus ausentes ojos, a sus palabras. No podía sacarla de mi mente y eso me asustaba más de lo que debería. Me asustaba la idea de no poder olvidarla nunca.

Me había apegado a ella como si mi vida dependiera de su persona, como si supiera que ella estaría conmigo siempre, en las buenas y en las malas. Había una sensación de adoración hacia Lauren, sentía que la amaba, a pesar de que eso suene imposible ante el hecho que a penas la conocía. Pensaba que mi vida se basaba en ella y no sabía el por qué.

••••••
Sé que van a odiarme, pero les debo informar que falta muy poco para el final:(

Atte: La chica anónima.

Minutes with you. «Camren»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora