Minutes with you. «Camren»

Capitulo 1.

Capitulo 1.

•3 de Junio.•

*POV Camila.*

Abro mi armario con una leve sonrisa en mi rostro. Al fin han llegado las vacaciones de verano y podré ir a Miami, para ver a mis padres y apartarme de todo este clima lluvioso.
Londres me estaba aburriendo, diablos, llueve todos los días ¿Qué tiene de bonito eso?.
Extraño el sol y el calor de Miami. Mi ciudad.

Cuando tengo una cantidad considerable de ropa dentro de mi maleta, la cierro, sentándome sobre ella. A pesar de tener 22 años debería pesar mucho más que a mis 15, pero.. al parecer peso lo mismo.
Bajo mi maleta de sobre la cama y miro mi habitación. Desordenada, pero linda y apegada a mi estilo.

Me acerco a mi mesa de noche, tomo mis lentes, mis llaves y mi pasaporte. Todo lo dejo dentro de mi bolso que utilizo para ir a la universidad. Coloco ambos tirantes y dejo que el bolso caiga un poco por mi espalda.
Salgo de mi departamento en el centro de Londres y detengo a un taxi, para dirigirme al aeropuerto.

Veo por la ventana del taxi a las personas, todos con un rostro serio, algunos no demasiado y posiblemente porque son extranjeros.
Y nuevamente comienza a llover, lo que distorsiona un poco mi mirada. Es frustrante que llueva tanto, porque no puedes aprovechar del todo esta hermosa ciudad. Amaba la lluvia... hasta que llegué aquí, ahora la lluvia me aburre y además, me da sueño.

Tres horas. Tres horas para llegar al estúpido aeropuerto, sabía que esto pasaría, por eso salí de casa cinco horas antes de mi vuelo. Londres es gigante como para tomarse la libertad de dirigirme al aeropuerto al menos una hora antes.

Miré la enorme pantalla que tenía el horario de salida de los vuelos, el mío estaba de los penúltimos, ya que faltaban dos horas.
Fui a dejar mi maleta y busqué algún café. Cuando lo encontré me senté en una de las mesas y pedí un café con leche.
Saqué el libro que había comenzado a leer esta mañana de mi bolso. El café llegó unos minutos después.

Me encantaba tener una vida como esta, ir a la universidad para estudiar lo que me gusta, la literatura, luego comer, leer un libro y salir para ir al trabajo, que solo eran dos horas, finalmente volver a casa y dormir.. Cuando pequeña siempre quise algo como esto, valerme por mi misma, sin necesidad de pedir dinero a mis padres, me encanta la vida que llevo.

Mi café con leche se había terminado hace mucho, pero yo aún estaba sentada y con el libro en mis manos, acariciando las paginas.

La chica de la voz perfecta se escuchó por todo el aeropuerto. Avisando que mi vuelo ya estaba preparado para comenzar a abordar.

Me levanté y dejé dos libras sobre la mesa, guardé el libro otra vez en mi bolso y caminé hasta la puerta en la que debía abordar mi vuelo.

Sonreí, porque iba a volver a mi ciudad, la cual amaba.

____________

El cielo estaba totalmente despejado, y vaya que hacía calor. Demasiada en realidad.
Me coloqué mi bolso, situádolo en mi espalda y bajé del avión. Me dirigí imediatamente al retiro de maletas, para irme lo más rápido a casa.

Mientras caminaba con mi maleta pude notar que los rostros de estas personas eran más contentos y relajados.
Sonreí por inercia. Me sentía muy bien estando aquí.

Me coloqué a saltar y en puntillas para poder ver en alguna parte a mis padres, quienes se suponía que iban a venir a buscarme.
Saqué mi celular, posiblemente no pudieron venir.

Alguien tocó mi hombro y sonreí al escuchar la voz gruesa de mi padre.

Alejandro: ¿Busca a alguien, señorita?.

Me volteé y lo abracé fuertemente. Él comenzó a dar vueltas conmigo. Me separé de él riendo y miré a mi madre, quien nos miraba con una gran sonrisa. Me abalancé hacia ella y la abracé igual de fuerte que a mi padre. Ella acariciaba mi cabello.

Me separé de ella y sentí como una me abrazaban por sobre mi cintura. Me arrodillé y abracé a mi hermanita. Ella estaba llorando.
La alcé un poco, ella tenía sus brazos enredados en mi cuello. Acaricié su espalda para que dejara de llorar, sin notarlo yo igual lloraba. Estaba tan grande.
Extrañaba a mi familia..

Salimos del aeropuerto, mi padre llevaba mi maleta tomando la mano de mi madre y Sofi.. Sofi aún me abrazaba, como un pequeño mono aferrado a un árbol.
Sentir la cálida y húmeda brisa de Miami en mi rostro me alegraba enormemente.
Estuve mirando todo el camino por la ventana, recordaba perfectamente esta ciudad. Nunca podría olvidarla.

-Sofia... yo también te extrañé, pero.. ¿Podrías soltarme?.

Sinu: Hija.. Sofi, suelta a tu hermana.

Sofia estuvo todo el camino aferrada a mi. Quería bajar del auto para entrar a casa, pero con Sofi de esta forma, se me haría imposible.

Al fin me soltó y pude bajar. Tomé mi bolso y entré corriendo a casa, tropecé, pero daba igual. Subí a mi habitación. Sonreí, mi habitación seguía igual de rosada, con mi cama hecha y mis peluches sobre ella. Los dibujos con crayones en mis paredes aún estaban.
Dejé mi bolso en el suelo y me lancé a mi cama, estaba cansada.

Luego de unos minutos en los cuales procesé que me encontraba en Miami, en mi casa y en mi cama, me quedé dormida.