Capitulo 3.

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Capitulo 3.

•8 de Junio.•

Desperté con el ruido de la primera planta. Mi mamá discutía con Sofia. Cubrí mi cabeza con la almohada para impedir que los ruidos vuelvan a despertarme. Y agradezco a la almohada porque me ayudó a volver a dormir. Bueno, solo por unos minutos, porque mi madre vino a mi habitación para despertarme.

Me negué unas cuantas veces hasta que mi madre llegó con un vaso de agua desafiando a tirarlo sobre mi.

Me levanté y tomé una ducha helada. Vaya que hacía calor.

Últimamente he estado ayudando a mi madre a hacer el desayuno y la cena, pero termino solo colocando los cubiertos sobre la mesa. Rindiéndome por completo a cocinar algo, estoy de vacaciones ¿Por qué cocinar?, eso lo haré en Londres cuando nadie me pueda cocinar... bueno, eso era bastante triste. Que yo prepare mi propia comida y la estupidez quede horrible, terminando pidiendo pizza unos minutos más tarde. ¿Pero qué se le puede hacer?, nunca fui una experta en la cocina, siquiera me alcanzaba para ser una principiante.

Me senté a la mesa para comer mi desayuno. Apoyé mi cabeza sobre mi mano, esta sostenida sobre mi codo. Llevé la comida a mi boca, estando con mis ojos cerrados, como si fuera de manera mecánica.

Bostecé aún con la comida dentro de mi boca, mostrándole todo lo que había en mi boca a mi madre.

Sinu: ¡Camila!. -me regañó haciendo una mueca, pero noté que quería reír.- ve a dormir un poco más.

Reí mientras asentía. Dejé el recipiente sobre la mesa y subí otra vez a mi habitación.

Me lancé sobre la cama, me sentí satisfecha gracias a la comida y pude dormir de inmediato.

Mis ojos se abrieron y lo primero que vi fue al techo. Estaba oscuro.

Me levanté de golpe, viendo a mi alrededor. Me acerqué a la ventana y noté que era de noche... diablos, ¿Cuanto tiempo dormí?. Tomé el teléfono que estaba en mi mesa de noche y me fijé en la hora. 8.30

Acababa de anochecer.

No puedo creer cuanto tiempo había dormido. Nunca antes lo había hecho, bueno, solo un par de veces.

Me estiré un poco y coloqué mis pantuflas para bajar, ya que no se escuchaba ni el más mínimo ruido en casa.

Llegué hasta la primera planta en la cual claramente no había nadie, porque todo estaba apagado y oscuro. Caminé hasta la cocina, encendiendo unas cuantas luces para poder ver. Sobre la mesa había un recipiente con un trozo de pastel de chocolate... me encantaba. Al lado de este se encontraba una nota con la letra de mi madre.

"Fuimos a visitar a tus tíos. Podemos ir contigo en otra oportunidad, no queríamos despertarte. Sofia está en una fiesta de cumpleaños, no te preocupes.

Si despiertas antes de las nueve por favor, ve a comprar leche. El dinero está en la estantería de tu padre y mía.

Lleva un abrigo.

-Mamá."

Dejé la nota a un lado y busqué un cubierto para comer el trozo de pastel.

Cuando ya me lo había acabado, subí a mi habitación. Quité mi ropa, dejándola desparramada por la habitación y caminé hasta el baño. Necesitaba una ducha, urgente.

Cuando terminé mi sesión de cantante y bailarina de ballet de baño sequé mi cabello con una toalla.

Estúpida calor.

Me coloqué una camisa blanca que se traslucía un poco, junto con unos vaqueros negros y finalmente mis apreciadas convers.

Saqué el dinero de la estantería y las llaves, para salir de casa y caminar hacia la tienda de unas cuantas cuadras. Coloqué mis auriculares y escuché a Ed Sheeran a un volumen moderado para saber qué es lo que pasa a mi alrededor mientras camino.

Minutes with you. «Camren»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora