Minutes with you. «Camren»

Capitulo 4.

Capitulo 4.

•10 de Junio•

Sinu: ¿Qué te pasa?.

-Nada, ¿Por qué?.

Desvié mi mirada de la televisión para mirar a mi madre. Estábamos en esos momentos "familiares" viendo una película.. que eligió mi madre, y vaya que es aburrida.

Sinu: Estás comportándote muy rara últimamente. Cuando fuiste a comprar leche... si, ese noche llegaste...

-Rara. -contesté con una risa.- no lo sé, conocí a una chica. Me pareció alguien tan misteriosa que me hubiera gustado hablar con ella por horas.

Sinu: ¿Le pediste su número?.

-No, pero... -sonreí.- me dijo donde podía encontrarla.

Mi madre obviamente sabía de mi gusto por las chicas y junto con mi padre lo aceptaron de inmediato, se los agradecía, pero solo las veces que no me molestaban por fijarme en una chica, era desesperante que estuvieran pendientes de mi, guiñándome, entregándome una sonrisa pícara o una alzada de cejas.

Sinu: ¿Y por qué sigues aquí?.

Sonreí otra vez y me levanté del sofá. Corrí hasta la puerta y tomé mi chaqueta que estaba colgada. Revisé si se encontraba mi teléfono y mis llaves en sus bolsillos para salir de casa.

Sinu: ¡No tan tarde Karla Camila!.

Gritó desde dentro de la casa.

-¡De acuerdo!.

Grité de vuelta. Miré la hora en la pantalla de mi teléfono, 6.20. Caminé de la manera más normal posible para no parecer desesperada, ¿Por qué me encontraba así?, me pregunté, realmente no lo sabía, pero la enorme curiosidad que le tenía a la chica me estaba consumiendo. Lo único que tenía claro era que quería conocerla, solo eso.

Llegué hasta el parque y seguí caminando hacia la banca. Sonreí por inercia cuando la vi balanceando sus pies. Llevaba la misma ropa, vaqueros y mangas de su chaqueta rasgados.

-Hola.

Hablé más bajo de lo que quería, pero ella me escuchó, o eso supongo, ya que me miró. Estaba seria. Miró hacia su lado en la banca, invitándome a sentar.

Lo hice con algo de temor, ella me intrigaba bastante, pero también le tenía miedo.

El sol se estaba por esconder, pero aún la calor estaba insoportable... hasta que llegué a su lado. A penas me senté, el frío me invadió, estaba segura de que su cuerpo era el que me causaba frío. ¿Eso era normal?.

Ella miraba la calle, otra vez. ¿Qué problema tiene con esa calle?.

Miré su rostro con detenimiento, sus labios estaban entre abiertos, y resecos, habían unos cuantos cortes en ellos, que no se notaban para nada si no la mirabas con cuidado.

Lauren: ¿Qué me miras?.

Me sonrojé de inmediato y miré hacia el lado contrario. Cuando volví a mirarla, ella me estaba mirando fijamente.

-Nada.. -sonreí.- ¿Cómo estás?.

Lauren: Ahora... -me miró por última vez y volvió su vista hacia el frente.- ahora muy bien.

Reí ligeramente al escucharla decir eso, mi cuerpo reaccionó al instante, erizándose en cada rincón.

-¿Qué tiene de fascinante este lugar como para que casi siempre estés aquí?.

Lauren: ¿Que no lo notas?. -miró hacia el cielo.- cierra tus ojos. Siente como te acaricia el viento... y escucha con cuidado a tu alrededor. Amarás esta sensación.