𝘛𝘢𝘭 𝘷𝘦𝘻 𝘦𝘯 𝘰𝘵𝘳𝘢 𝘷𝘪𝘥𝘢 メイ [Chifuyu x Oc]

01𖤣 | Universo tragame y escupeme en Japón

Señor, yo nunca te pido nada, pero te prometo que si voy a ir a mi realidad deseada dejaré de leer cosas homosexuales y haré mis tareas, lo juro por mi pixel favorito.

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Cuenta y visualiza. Cuenta y visualiza. Imagina a Chifuyu todo bonito, todo bello despertándote.

Espera qué, ¿Despertandome? Oh. Dios. Santo. Veré a Chifuyu recién levantado, ¿mi corazón de pollo resistirá? Oh no, mi alma saldrá de mi cuerpo si eso sucede.

De pronto, sentí una breve sacudida en mi cama. Cada vez aumentaba hasta parecer como si estuviera pasando un temblor.

¿Universo eres tú o esta por pasar un terremoto? Porque me estoy cagando de los nervios. Me quede inmóvil sin abrir los ojos, mi corazón empezó a latir desesperado.

VAMOSSS CARAJOOO, UNIVERSO TRAGAME Y ESCUPEME EN JAPÓN.

Me concentre al máximo, siempre intentando mantenerme relajada y con la esperanza de por fin llegar.

—¿Mei? Ya es hora de que te levantes —escuche a una suave voz que no podía reconocer muy bien.

Jesús, María y José, ¿Es quién creo que es? ¿Esto no es mi imaginación verdad?

Mantuve mis ojos bien cerrados por el momento. Quería asegurarme que no iba a despertar en mi habitación como ya me paso anteriormente.

Universo lindo, precioso, ¿No crees que ya la he pasado bastante mal? Llevame a casita con mis pandilleros bonitos te lo ruego.

Fue entonces que empecé a sentir que me daban pequeños toques en la mejilla. Fue inevitable no fruncir el ceño por la acción. Santa madre, ayuda. Respira, respira, respira. No te mueras, no cuando estas tan cerca.

Con algo de inseguridad abrí un ojo lentamente. No podía ver muy bien por la fuerte luz pero pude ver una silueta que estaba inclinada mirándome. No obstante, si llegue a reconocerlo.

Volví a cerrar los ojos con fuerza.

Ayuda. Auxilio. Socorro. Help me please. No puede ser, no puede ser. Era mi rayito de sol, mi corazón de melón, el amor de mi vida, la razón de mi existencia, la luz que ilumina mi vida.

Ay, que intensa.

Callate.

Respira con calma, no actues sospechosa. Como lo imaginaste tantas veces Mei, actúa cool y normal. No la cagues.

Con más seguridad, empecé a abrír los ojos lentamente.

—Buenos días, bella durmiente —me dijo, con una calida sonrisa en su rostro. Con una voz tan hermosa que sentía que podía morir en paz por haberla escuchado por lo menos una vez en mi patética vida.