<<¿Fin?>>

420 27 7
                                    

Dos meses después.

Papá había tratado de entendernos a León y a mí, tal vez todavía no se acostumbraba a la idea de que los dos estuviésemos juntos, que yo tendría un bebé de él. Era como mamá me lo había dicho; no creo que logre adaptarse, porque se ve reflejado en León y yo soy el reflejo de mamá. Cinco meses tiene esta panza que parece una pelota de básquet y cada mes que pasa, crece aún más y todavía no me acostumbro en verme al espejo teniendo esta enorme panza. Jamás creí que llegaría a este punto, y creo que León menos, aunque las cosas entre nosotros están algo delicadas, pero le estamos dando tiempo a todo esto, a la situación.

Lucinda se acordó de mí después de enterarse que mi madre falleció. Si hoy es el funeral de mamá.

Todavía no lo puedo creer, o tal vez ninguno de los tres estábamos preparados mentalmente para este día. Llego tan pronto, el cielo esta gris, y no hace tanto frío, pero no sentir la calidez de mamá, sus brazos, me hacen sentir fría. Decidí ignorar el mensaje de Lucinda, la había considerado mi mejor amiga por tantos años y me dejo sola cuando más la necesite, tal vez que me escuchara y tratar de entenderme; que estaba perdidamente enamorada de mi hermanastro. La escuela tendría tiempo para después, aunque papá quiere que termine estos dos años que me quedan; tal vez lo termine por internet o hare el intento de ir en presencia, pero tener que ver a mis compañeros y a Lucinda, no se me hace una muy buena idea.

Jessica no se contactó más con León, no sé si ponerme feliz con eso o en realidad ignorar esa situación. Desde que se enteró que León tendrá un hijo conmigo, las cosas se salieron de control, ella vino hasta la casa a gritarle y decirle que era un asqueroso, que como podía meterse con alguien de la familia o sobre todo conmigo, pero aunque hubiese puesto en riesgo a mi hijo, lo defendí con uñas y dientes. Así como mi madre lo hubiese defendido por mí.

- Todos estamos reunidos acá para dar nuestro último adiós a María Douson. Madre de Coral, esposa de Kan e madre de corazón de León...

Había tantas personas que nunca vi en mi vida. Tal vez son personas que eran compañeros o compañeras de trabajo de mamá.

Una mujer llora desconsoladamente mirando el ataúd, absorbe todo el tiempo su nariz y limpia con su pañuelo blanco las lágrimas que se desbordan de sus ojos.

Papá está destruido, sé que será difícil en realidad para los tres. Habíamos estado con ella hasta el final, nos turnábamos para quedarnos a dormir con ella aunque a mí no me dejaban, ni mmi madre, quería que me cuidara más por el bebe. Pero el último día estuve con ella, aparte por capricho mío, aunque León se quedó y durmió en el sofá.

- Sé que no estaré cuando ese bebe nazca. - No sé porque a mama se le dio por hablar a las tres de la madrugada, pero sentía que se estaba despidiendo. - Ni menos cuando crezca, pero juro que estaré desde algún lugar mirándolo y cuidándolo.

- Mamá estarás bien, puedes aguantar un poco más. - Sé que estaba siendo egoísta. Pero al menos quería que aguantara hasta que este bebé viniera al mundo.

- Amor ya es tiempo.

- ¿Tiempo de qué? - Trato de no hablar tan fuerte. León está dormido en el sofá, y se nota que está muy cansado. Papá lo puso a trabajar, y a la vez que termine el año de la escuela, para ir a Harvard y procuro que yo también vaya con él y termine mis dos años de escuela en internet.

- Es momento de partir. - Estira su mano y agarra una carta. - Esto es para ti. Les di uno a León y a tu padre, pero este es tuyo. - Toma algo más de aire para poder seguir hablando.

- No te esfuerces, solo descansa...

- Estoy bien. Cuando más necesite, cuando quieras escuchar mis palabras, acá tienes todo lo que necesitas de mí. Al menos quiero que tengas esto, y me recuerdes.

- Jamás te olvidaría mamá.

- Las personas que mueren con el tiempo para otros ya no existen en su mundo, los olvidan. Tu padre conocerá a otra mujer, tal vez le cueste olvidarme pero con el tiempo encontrara otro amor, y por favor déjalo ser feliz, no quiero que este toda la vida deprimido. - Asiento. Aunque no creo poder aceptar eso, pero lo hare por mamá, o al menos haré el intento. - Cuídate, y cuida a ese bebé.

- Te amo mamá.

Pensar que ayer en la madrugada estaba hablando con mamá y ahora solamente veo el ataúd. Me quede dormida cerca de ella, su mano estaba aferrada a la mía pero cuando desperté, en realidad León me despertó desesperado y diciéndome que saliéramos de la habitación; no entendía que pasaba, hasta que me di cuenta que mamá ya no estaba. Su alma se había ido, y solamente recuerdo su mano fría en la mía, ya no estaba viva. Ese había sido su despedida conmigo, agradezco de poder haber estado en esa noche, aunque sí sabía que ya estaba yendo, pero no quería aceptarlo, quería darle fuerzas pero su cuerpo se estaba apagando cada vez más, y era momento de dejarla irse.

León me atrae hacía su cuerpo y me abraza. Mis mejillas están húmedas, ni siquiera he hablado desde ayer, estoy en silencio, en mi dolor y cada vez que respiro duele más.

Gracias mamá por haberme dado la vida, y espero que el dolor que sentiste por estos meses, deje de doler y que por fin puedas volar tan alto.

Mi padre al lado mío, toma mi mano. Su mano esta fría, y aunque estemos los tres acá mirando a la persona que siempre sostuvo a la familia, que nos brindó calor, amor, compañía y sobre todo sonrisas, no la tendremos. Tal vez nos cueste acostumbrarnos a la idea que no tendremos a mamá en la cocina preparándonos una deliciosa cena y con un postre antes de dormir, ni menos las dulces palabras que nos decía, las veces que nos recordaba lo mucho que nos amaba.

Había pasado tan rápido esos meses, que para nosotros era vivir con ansiedad e insomnio teniendo miedo de escuchar el teléfono, contestar y que fuese el hospital. Pero esa vez fue León quien aviso a mi padre que su amor se había ido.

Pero ahora me toca vivir mi vida, un bebé estará por llegar, Harvard nos espera a León y a mí, en realidad a León porque él estará estudiando. A papá, le costara vivir su vida pero sé que con el tiempo lo podrá sobrellevar.

León y yo, prometimos irnos en dos años. Envió un email a la universidad de Harvard e incluso tuvo una llamada, tuvo que justificar porque no podrá ir después de dos años, y queremos acompañar a papá en este momento difícil para que no se sienta solo, y después podremos irnos. Cuando sienta que podrá estar solo en el camino, sin León y sin mí.

Las flores blancas caen sobre el ataúd, mientras baja hacía el pozo. El dolor se hace más grande cuando veo la tierra caer, las personas alrededor de nosotros se van antes de darles el último adiós.

Abro mi carta y la leo en mi mente.

"Seguro cuando estés leyendo esta carta yo ya no estaré.

Sé que será difícil no tenerme cariño, hubiese querido ser una gran abuela y poder malcriar a ese pequeño o pequeña, le hubiese comprado mucha ropa, juguetes, leído cuentos, llevarlo a la plaza e invitarlo a comer un helado en el verano. Tampoco no me hubiese molestado hasta llevarlo al jardín, porque mi parte favorita es cuando salen y corren hasta tus brazos, contentos en verte. Ahí verás el gran amor, en los ojos de ese pequeño verás el verdadero amor y no lo querrás soltar nunca.

Recuerdo todas las veces que iba a buscarte, salías corriendo con tu mochila rosa y brincabas a mis brazos. Te llevaba almorzar y después volvíamos a la casa hacer tus deberes.

No temas en ser madre, porque es lo más hermoso del mundo. Serás una gran mujer, una gran madre, compañera.

Cuida a tu padre, estará muy triste y no quiero que caiga en depresión, ni menos que trate de ocultar su dolor con alcohol. Sé que lo hará, lo conozco demasiado.

Cuídate a ti también, estaré viéndote desde donde este. También estaré escuchándote cuando me necesites, aunque no podrás tener una respuesta mía, sabrás que te estaré escuchando siempre.

Y no eres una decepción para mí, siempre serás mi orgullo.

Te amo, Coral."

Yo también te amo, mamá.

*

¡Hey!

No se preocupen habrá segundo libro. Todavía esto no termina.

Relación Abierta [✓]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora