Relación Abierta [✓]

<<Sueños>>

Coral

Dicen que cuando te conviertes en madre te cambia la vida, te vuelves una mujer de verdad y también conoces el verdadero amor. Ese es tu primer hijo, apenas lo ves nacer y sabes que nadie te amara más que ese niño o niña, te acompañara toda la vida, no te juzgara, ni menos te dejara solo, al menos cuando sea mayor y decida irse hacer su vida, claramente. Lo que tendría que hacer cuando termine la escuela.

Mamá y papá llamaban cada mes y algunas veces llamaban dos veces a la semana para ver si todo está en orden, si necesitamos dinero. El viaje se extendió por unos meses más, pero todo se complicó cuando mamá volvió a la ciudad, estando enferma, en realidad ya estaba enferma desde antes y nunca me dijo, ni a León, lo oculto para no preocuparnos, solo sabía mi padre.

León apenas estaba con Jessica, quería pasar más tiempo con papá y conmigo, porque mamá está internada en el hospital. Tumor cerebral ¿Cómo lo oculto tanto tiempo? Se iría, me dejaría sola en esta casa, al igual que León se iría sin saber que tendrá un hijo de mi parte, que está creciendo dentro de mí.

Tres meses estando embarazada, no fui a un chequeo médico, ni menos estoy cuidándome como debería. Estoy siendo una egoísta; Lucinda apenas me habla, desde que supo lo de mi madre, me dejo de lado por un chico y apenas tengo tiempo para entregar mis deberes para no desaprobar las materias que quedan de este año.

— Vamos debemos ir a cenar con tu madre.

Yo asiento.

Mi madre cree que en cualquier momento morirá, no le tiene miedo a morir, en realidad siente que el día de su muerte se acerca. Detesto cuando habla sobre la muerte, prefiero largarme de la habitación para no escuchar esas tonterías, es una egoísta porque no se da cuenta lo que nos hace sentir aunque papá se haga el fuerte estando delante de ella. Mi padre perderá el amor de su vida, quien lo acompaño desde el primer momento de que se enamoraron; en realidad mamá lo conquisto.

Ella hace unos días atrás nos dijo para ir a cenar en la habitación en donde está internada. Quiere comer unos fideos con salsa, y de postre un mousse de chocolate, no quiere olvidar las cosas que ya no volverá a ver, ni menos a sentir el gusto de lo tanto que ella amaba comer.

Los tres entramos con una pequeña sonrisa. Aunque la mía es una falsa.

Nos sentamos en una silla con una mesa individual para cada uno. Papá saca las bandejas con fideos con salsa, mamá sonríe emocionada al sentir el aroma cuando mi padre le abre la bandeja de plástico y le deja los cubiertos.

— Gracias cariño.

Mi padre le da un beso en su mejilla.

En los días que pasaban, mi madre perdía el color de sus mejillas; antes tenía ese color rojizo en sus mejillas cuando hacía calor. Hasta su cabello se lo ve más opaco, no tiene ese mismo brillo de antes y su piel, está cada vez peor.

— León te iras a Harvard en menos de tres meses. — Mamá dice orgullosa.

— Sí, todavía estoy viendo las residencias donde me quedare. — Le responde.

Detesto cuando hablan de Harvard, me hacen sentir como una inútil.

— Espero que lo consigas pronto, y tengas suerte con todo lo que te propongas.

Él sonríe.

— Coral también podrá ir a Harvard. — Ahora es mi padre quien se une a la conversación. — Si tiene buenas notas, podrá estudiar en la misma universidad.

— Tiene buenas notas. — León me defiende. — Pero tal vez quiera ir a otro lugar, y aún le falta un año para terminar los estudios.

— El año pasa muy rápido cariño. — Mamá me mira. — ¿Y qué pensaras en estudiar? ¿Hay algo que te guste?

En realidad sí, pero siento que ya lo veo muy lejano para mí.

— Medicina o escritora. — Respondo.

— Me fascinaría tener una hija escritora. — Papá dice orgulloso. — Antes también quería estudiar de lo mismo, mande solicitud en varias universidades pero después tuve que dejarlo cuando León vino al mundo, y tuve que independizarme.

Ese es el problema, vendrá un bebé al mundo y mis planes estarán en la basura.

— Hubieses sido un escritor genial cariño.

— Lo siento por arruinar tus planes. — León trata de verlo algo divertido. Obviamente se debe sentir culpable por arruinar los planes de mi padre, y seguramente mi madre también hubiese tenido alguna carrera o algún sueño que hubiese querido cumplir.

— Pero tú iras a Harvard, con eso estoy orgulloso hijo.

— ¿Y tú... mamá? ¿Qué te hubiese gustado ser hoy en día?

Hace poco León estuvo llamándole "Mamá" a mi madre, quiere hacerla sentir bien y poder irse con haberlo escuchado decirle: Mamá.

— Bailarina de ballet. Tu padre me conoció bailando en un teatro en Hollywood.

— ¿Enserio? — Dice sorprendido.

— Era una excelente bailarina, dejaba a todos los hombres asombrados, el público la aplaudían tanto y creo que fui afortunado cuando ella me conquisto, pensé que nunca lo haría.

— Claramente después tuve que dejarlo cuando vino Coral. — Sonríe mirándome. — Y ahora espero que ella pueda estar llena de sueños al igual que yo.

¿Por qué de repente hablan de sueños? ¿De qué querían ser de grandes o de lo que quieren ser?

Ni siquiera la estoy mirando, tengo mi mirada en la bandeja y algunas lágrimas están rodeando mis mejillas. No lo aguanto, no puedo seguir escuchando que mi padre le hubiese gustado ser un escritor pero tuvo que dejarlo cuando nació León, y a mi madre escucharla decir que le hubiese encantado ser una bailarina pero también tuvo que dejarlo cuando vine al mundo.

— ¿Cariño?

— Coral ¿Ocurre algo? — León trata de mirarme a los ojos pero yo lo esquivo. Aprieto el tenedor de plástico hasta quebrarlo.

— Estoy embarazada. — Lo suelto.

Sé que no iba a poder ocultarlo por mucho tiempo.

Papá suelta un suspiro y escucho como deja los cubiertos en la mesa.

Mamá se queda sorprendida por lo que acabo de decir.

León, simplemente se queda callado.

Siento que decepcione a mamá, y sé irá estando decepcionada de mí.

Papá estará furioso, de seguro me echara de la casa o me obligara abortar. No lo haré, quiero asumir esta responsabilidad.

León, no sé qué estará pensando él ahora mismo, me encantaría poder saberlo.

Muerdo mi labio inferior, y salgo rápidamente de la habitación.