capitulo 10

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- me prometes entonces que no me vas a cambiar por una brasileña?

- no te cambiaría ni por Emma Watson.

- JAH! mirame a los ojos y repiteme eso ...

Jann mordió su labio intentando esconder una sonrisa mientras evadía mi mirada.

- lo sabía, cabrón.

Le golpeé el pecho sin mucho éxito puesto que tenía mi cintura atrapada entre sus manos. Me sonrió

- pero Emma Watson ni siquiera sabe de mi existencia.

- y si lo supiera?

- eso es imposible.

- tu que sabes.

- vale. lo siento pero Emma Watson es Emma Watson, bebé.

Reí mientras el sonreía plácidamente.

- tu no cambias.

- te llamaré cada vez que pueda. No olvides verme jueves y sabados a las 7:30pm

- vale. - dije con el animo un poco mas bajo mientras la señorita (putaquesequierellevaraminovioparabrasil) encargada del abordaje daba el aviso a los pasajeros.

Trague duro intentando eliminar ese nudo en la garganta que tenía. Miré mis manos recostadas en su abdomen. ‹‹aqui no, aquí no. No quiero quedar como una llorona, aquí no porfavor›› pensé mientras cerraba los ojos y me pegaba a su pecho intentando guardar todo el aroma posible del chico que dentro de unos minutos se va un mes para Brasil.

- Klara...

Susurró agarrando mi barbilla y haciendo que levantara la mirada.

- esta bien. Solo es un mes, bebé. Vas a estar mas que bien.

Me consoló con sus labios a un beso de los mios.

- yo ... Te voy a extrañar.

Cuatro palabras que hicieron que el nudo en mi garganta se soltara en forma de lágrimas. No quería admitirlo, pero joder, si que lo iba a extrañar.

- quien me va a despertar en química, álgebra, estadística y literatura? - dije intentando bromear, sonó mas bien como un reclamo con mi llanto de por medio.

- oye, estarás bien.

- tengo algo para ti.

Me separé un poco de él mientras llevaba mis manos a mi nuca y desabrochaba la delicada pero resistente cadena plateada con una pequeña rosa en filigrana de dije.

- este fue un regalo que me hizo mi padre cuando tenía 8 años. Me dijo que mientras tuviera esta cadena puesta el iba a estar conmigo y yo tendría buena suerte. Quiero que la tengas.

- no puedo aceptarla, fue tu padre quien te la dio.

- por lo mismo, estaré contigo siempre que la lleves colgada.

- estarías conmigo así yo estuviese desnudo en la mitad del desierto y solo me rodeasen dunas de arena.

- uuuh, tentador.

- no hagas que te extrañe mas, porfavor - dijo sonriendo mientras olía mi cabello.

- voy a estar mas tranquila si te la llevas.

Relato de un ave sin cancionDonde viven las historias. Descúbrelo ahora