Era viernes, pero era un viernes distinto porque tenía ganas de levantarme temprano para llegar antes que Danielle, quería ser la primera en ver su cara cuando viera el desastre de publicidad que había regado por todo el instituto, así que me di una ducha de agua bien fría para espantar al sueño y llamé a Elena al acabar.
- Despierta floja!
- voy a degollarte por llamarme a esta hora.
- callate y levantate de una vez, debemos llegar temprano.
- es viernes, joder. Cuando hemos llegado a primera hora al instituto, y mas un viernes? Te voy a asesinar.
- vas a perderte entonces la reacción de nuestra modelo al ver nuestra campaña publicitaria para comercializar su verdadera imagen ?
- de que diablos hab... MIERDA, DANIELLE!
- mjmm, por fin.
- pasa por mí en 10.
Y colgó. Reí y me acabe de vestir.
Al bajar me encontré con quien menos deseaba cruzar palabra.
- Klara. Buenos días. - sonrió
- Francis. - respondí secamente
me dirigí a la alacena a tomar una barra de cereales con frutas secas y un vaso de yogurt.
- escucha, klara. Hoy vendrán unos compañeros de la oficina a trabajar y necesito que me hagas un favor.
- si quieres una stripper el numero está en el directorio.
Torció el gesto en señal de desagrado. - necesito que salgas de casa ...
- espera, hoy no venía Emmanuel?
- si, eso te iba a decir.
- vaya, un día me odias y otro me pides que sea una niñera.
- es tu hermano.
- y tu hijo, lastimosamente.
- solo necesito que salgas por unas horas con él, te daré el dinero para que vayan a alguna parte.
- que hay de malo con que él esté aquí.
- bueno ... - una pequeña señal de asombro cruzó por sus ojos y se ocultó rápidamente, lo había tomado por sorpresa - el va a estar desconcentrandonos pidiéndome cosas y el tema que vamos a trabajar hoy es muy ... Importante.
Lo pensé un momento. Entre cerré los ojos - si hago esto es por él, no por ti, me importa una mierda tu trabajo, no quiero que Emmanuel se sienta ignorado.
Sonrió con sus asquerosamente blancos dientes - claro, como digas. Aquí tienes - me pasó un pequeño fajo de billetes - vuelve en la noche.
Tomé el dinero y lo guardé en mi mochila, sin despedirme salí por la puerta hacia el garage y me subí al mustang mientras me comía mi barra de cereal con el yogurt.
Pité afuera de la casa de Elena que salió corriendo y dando un portazo con la mochila en la mano. Saludé a Pilar, que estaba en la ventana delantera de la casa, desde el puesto del conductor mientras mi amiga se subía.