Capítulo XIII - Debut y bienvenida.

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Todo se conjugó en favor del grupo, y lo único inesperado en medio de lo que representaba la presentación, fue el tema del aforo. Mucha gente quedó por fuera porque Ángel reservó todo el espacio de la parte frontal para los familiares y amigos de las muchachas. Ellas no habían salido, y él andaba de un lado al otro organizando a quienes consideraba los VIP de la noche.

Tras bastidores, el grupo se preparaba para salir en escasos minutos: retoques al maquillaje, chequeo de instrumentos, y...

—No vamos a estar todas iguales y tú desentonando, Eris. —Leidy le hablaba con firmeza.
—Nunca aprendí, nunca lo necesité, nunca nada. —Eris intentaba evadir el tener que maquillarse y no por no querer, sino por no tener puta idea sobre qué hacer.

Alexair la miraba de reojo, estaba delineando sus ojos, y era todo lo que necesitaba, pues, lo que acordaron para la presentación incluía atuendos similares, compuestos por ropa oscura de estilo suelto y franelas sin mangas, un maquillaje ligero, concentrado en demarcar la zona de los ojos, además de brillo labial.

En un movimiento sorpresivo y que causó risas a granel, Alexair se sentó sobre ella a horcajadas, haciendo que Eris se pusiera muy nerviosa y que inconscientemente la sujetara de las caderas, atrayéndola hacia ella en un suspiro ahogado.

—Niñas, aquí no. —Leidy hacía burla del rostro de Eris, ruborizado a más no poder. Sin embargo, le causó ternura apreciar el brillo de sus ojos al posar su mirar sobre Alexair.
—Cierra los ojos. —Alexair la trataba dulcemente.

Cuando Eris cerró los ojos, dio un brinco al entrar en contacto con el delineador que manipulaba Alexair, por sentirse frío.

—No te muevas, que si no me corro yo, se corre esto y es un lío limpiarlo después. —Alexair hablaba entre risas.
—Yo tengo desmaquillador, sería lo de menos. Con lo otro, no puedo ayudarlas. —Leidy se mostraba más relajada al compartir con ellas, incluso sonreía.
—Ángel acaba de mensajear, dice que está abarrotado, y que el grupo más grande es el que viene por Eris.
—Con tal de que entre ese grupo no esté la idiota esa... —Alexair se ofuscó tan rápido que Siham intentó mantenerla equilibrada, para evitar descontroles en sus niveles de glucosa.
—Alexair, ya. —le dijo, sujetándola de los hombros y besando su mejilla en forma dulce.
—Si la veo aquí, le voy a estampar una sola patada en el cielo de la boca, que se va a morir de hambre en el cielo la pendeja esa.

Leidy tuvo un ataque de risa repentino al escucharla, que dejó a Siham viéndola como tarada. Eris, si bien no se rio, medió en la situación para inducir calma en Alexair, y solo había una forma en la cual sabía que ella cedía: un beso lento e inesperado.

La kinestesia de Eris era ideal para mitigar esos episodios de descontrol que tenía Alexair, sin embargo, en el fondo le preocupaba que esa manera de celarla se le fuera de las manos y...

Alexair sonrió, y reanudó lo que hacía en medio de un suspiro.

—Abre los ojos y mira hacia arriba. —indicó, con tono de voz quebrado. Sus manos se tornaron temblorosas, y Eris la miró por un par de segundos.
—¿Te sientes bien? —preguntó, sonriente.
—Esto resalta tus ojos, me abruma mirarte. —Alexair estaba ruborizada y muy nerviosa.
—A ver... —Siham se acercó para curiosear. Leidy la secundó en la movida y ambas notaron a qué se refería Alexair.
—Bonito color, pero no logro identificarlo. —Leidy escudriñaba con curiosidad.
—Son como rayados... —Siham usó su dedo meñique para corregir ligeramente la línea dibujada por Alexair. —Empieza aquí abajo, y vas hacia afuera, o deja que yo lo haga, que te tiemblan mucho las manos.

Alexair cedió, y cuando quiso levantarse, Eris lo impidió. Esto hizo que para Siham fuera difícil intervenir, por no tener espacio de maniobra ante la cercanía de Alexair. A pesar de esto, logró que el delineado quedara bien, y Eris lucía hermosa; lo oscuro del delineador, hacía más profundo el perfil de su mirada, y aunque su expresión fuera serena, le daba cierto toque rudo. Su cabello estaba suelto, algo desordenado, y los latidos en el pecho de Alexair se salían de control.

Tocando una estrellaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora