Retomando viejos hábitos

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Atención ⚠️⛔️ esta historia está clasificada con contenido adulto, éste capítulo contiene escenas eróticas con alto contenido sexual (también conocido como Lemon), que pudieran perturbar la sensibilidad de algunas personas, si no te gusta este tipo de contenido o eres menor de edad, FAVOR  de DETENER la lectura ahora. Leer bajo su propia responsabilidad.

Los personajes no me pertenecen son creación del gran Akira Toriyama. La trama e historia si son idea original mía.

No hay rima ni razón; Solamente esta sensación de culminar. Y en tus ojos veo las piezas perdidas que yo estaba buscando. Creo que he encontrado mi camino a casa. Sé que puede sonar como una locura pero lo creo.  Sabía que te amaba desde antes de conocerte. Creo que te soñé toda  la vida... — I knew I loved you, Savage Garden.

El príncipe Saiyajin se hallaba como cualquier otro día entrenando desde temprano en la cámara de gravedad. Últimamente había reforzado su costumbre de despertarse dos horas antes del amanecer para comenzar su rutina. 

Dicha costumbre tenía mucho tiempo que no la manejaba, solía usualmente retomarla cuando tenía alguna pelea contra su eterno rival: Kakaroto, o cuando se acercaba su viaje anual para entrenar solo en el exterior.

¿Cuando había dejado de lado su religioso entrenamiento que comenzaba dos horas antes del amanecer y terminaba dos horas después del anochecer? — Se cuestionaba a sí mismo, a su mente hábil le llegó rápidamente la respuesta:

<<Tsk fue cuando la mujer decidió que dormiríamos juntos>>

A partir de entonces había sido técnicamente imposible seguir ese ritmo, siempre se excusaba diciéndose así mismo que era ella la culpable de no dejarlo salir a la hora debida de la cama y de obligarlo a parar horas antes de lo debido su entrenamiento.

¡Como si alguien realmente en esa casa pudiera hacerlo! Y aún así, si Bulma decía que era suficiente de entrenamiento solía quedarse tal vez media hora mas pero terminaba cediendo.

Con el viaje al espacio en compañía de su familia, había comenzado a entrenar con mayor ahínco a su pequeña y mimada hija: Bra.

Lo que lo había obligado a despertarse dos horas antes cada día para evitar atrasarse en su propio entrenamiento debido al tiempo invertido en la pequeña semisaiyan.

Lo que más le molestaba de haber retomado aquel ritmo es que debía alejarse dos horas antes de lo necesario del calor de la mujer.

Nunca lo aceptaba en voz alta pero como le fascinaba sentir su cálida y suave piel, oler su aroma y escuchar el ritmo pausado de su respiración mientras dormía tranquila y segura entre sus brazos.

— Tsk, maldita bruja.

A veces se preguntaba si de verdad esos seres de la mitología humana existirían.

<<Pues de existir no dudaría que esa humana vulgar lo fuera>> se sonrió de su propio chiste.

De pronto una pequeña vocecita lo sacó de su ensimismamiento. — Papi, papi, papi.

La pequeña escandalosa que había procreado con la bruja de pelo azul, tocaba con desesperación la puerta de la cámara de gravedad, hizo caso omiso a su llamado.

— ¡Papi! ¡PAPI! ¡PAPIIIII! — Una vena se remarcó en la frente del peliflama.

Enojado siguió ignorando el llamado de la pequeña chantajista que estaba frente a la puerta de su santuario.

—¡Por favor PAPI abre!— la respuesta al llamado de Bra fue solamente el silencio. A Cualquiera que no la conociera, pensaría que la pequeña peliazul por fin había entendido el mensaje de su padre, y eso hubiera sido cierto casi para cualquier niña, incluida Pan entre ellas. Pero no para Bra Briefs, que había sacado la obstinación de sus dos progenitores.

En la Oscuridad...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora