Violentometro || X-virus

(❗) Chantajear

Habían pasado bastantes días desde el incidente de la broma pesada de Cody hacia Lizzie, ella se había sentido algo mal, ya que no imagino que él solo llamarlo Liam podría ocasionar una broma tan cruel de parte de su pareja.

Hubo un día libre para Cody y Lizzie decidió invitarlo a una cita, él acepto muy a regañadientes ya que al ser un asesino no es como que pudiera andar por la calle como si nada, entonces ella decidió prestarle algo de ropa de su "hermano", Cody creía que era de algún ex pero no iba a causar drama por eso, ya había sido demasiado con su última bromita, pero no le causaba nada de gracia que su novia anduviera según el Rodando de cama en cama.

Ambos se pusieron manos a la obra, Lizzie comentó que se veía muy guapo, cosa que hizo que Cody soltará con agresividad la siguiente frase:

—Supongo que tú supuesto "Hermanito" debe verse genial con esta estúpida ropa.

Lizzie sintió como su corazón se helaba al escuchar eso, ¿En serio? ¿En serio pensaba que estaba engañandolo o algo así?

—¿Es otra de tus bromas? —preguntó con nerviosismo. Estaba tan nerviosa que comenzó a jugar con sus dedos de forma insesante, ella hacia eso al estar nerviosa.

—No, eres adoptada Lizzie, no tienes hermanos —soltó con voz algo grave, estaba enojado.

—Pero Cody, yo veo a Leo como mi hermano es el hijo de mis padres adoptivos ¿lo entiendes no? —ella se acerca a él pegándose a su cuerpo y tomando su carita entre sus manos, el castaño relajo su expresión —¿Quién lo diría? Puedo sostener el mundo entre mis manos —dijo Lizzie con expresión serena y Cody solo arqueó la ceja —Es que tú eres mi mundo Cody.

Él puso sus manos sobre su cintura y la besó con delicadeza.

¿Cómo es qué puedes besar a alguien que acabas de acusar de engañarte? ¿Cómo puedes tener la cara tan malditamente dura?

Fueron a ver una película al cine y después a tomar algo a una cafetería cerca al departamento de Lizzie. A Cody no le quedó más remedio de aceptar qué había sido una tarde agradable.

—¿Ves? Te dije que sería un día muy lindo —le dijo Lizzie con esa radiante sonrisa y esa mirada con la que siempre lo había notado, la cual reflejaba amor, aún.

—¿Y que vas a hacer mañana? —preguntó.

—Oh, te lo dije hace una semana, saldré con unos amigos a un paseo escolar —le dijo ella, mientras acariciaba su mejilla, él se hizo a un lado.

—Hmmm... —la miro con cierto desprecio y arremetió nuevamente contra su fragilidad emocional —¿Prefieres estar con tus amiguitos?

—No es eso, es solo que tenemos que terminar un trabajo sobre... 

—No me interesa, quédate con ellos, yo quería pasar la tarde contigo mañana pero veo que prefieres estar con alguien más —dijo él, estaba molesto nuevamente.

Ambos comenzaron a dar argumentos, Cody cada vez decía cosas más horribles y Lizzie estaba en ese punto en el que si él le decía algo más comenzaría a llorar.

—¿Ellos o yo Lizzie? —se levantó de la mesa y hablo casi gritando provocando las miradas de todos los presentes.

—Tú... —dijo casi sin pensar.

—Bien, te llamo mañana —se estaba yendo.

—¿No me acompañaras a casa? 

—No, no se me da la gana ahora, vete sola.

Se fue y la chica estaba temblando, estaba aterrada de el hecho de que Cody la dejara, pero ¿En serio vale la pena?

Saco su cartera y aún temblando le pidió la cuenta a la mesera, para esto ella ni siquiera se había dado cuenta qué las lágrimas ya estaban sobre sus mejillas. La mesera con sería preocupación pregunto:

—¿Señorita se encuentra usted bien?

Ella solo asintió, pago la cuenta y se fue.

Pero enserio, ¿Todo esto valía la pena?