Violentometro || X-virus

(‼️‼️) Destruir artículos personales

La monotonía de ese lugar tenía fastidiada a Lizzie además extrañaba como una loca a Helen, su Helen Otis, extrañaba sus ojitos dormilones y ver esas ojeras cada mañana, sentir sus manos heladas sobre su piel y escuchar su voz tranquila llamarla y decir "Te amo, Lizzie". Si bien Cody estaba siendo muchísimo más accesible y ella comenzaba a sentir algo nuevamente por él, no era como antes.

Helen estaba de lleno en su cabeza y corazón últimamente.

Ella fue a la habitación que compartía con Cody y de uno de sus cajones saco una libreta, los dibujos que Helen le daba.

—Te extraño... —dijo en voz baja.

Leyó la dedicatoria al final de la libreta y comenzó a llorar.

Entonces Cody entró a la habitación y la miro esconder aquella libreta detrás de su espalda, se acerco y preguntó:

—¿Qué escondiste?

—Na-Nada, son unos... Apuntes de la universidad... No es nada Cody —tenía miedo.

—Ajá, muéstrame entonces.

—¿Para qué? Te dije que no es importante, los tirare.

Cody se acerco aun más y se los arrebató de manera agresiva, era justo lo que pensaba, los dibujos del Estúpido Pintor como él lo llamaba, Lizzie no dejaba de pensar en él, por más que se portará bien con ella. 

«¿Acaso lo amas?» se preguntaba Cody con desasosiego.

Lo hojeó y miro con desprecio.

—Lo detesto, pero es alguien con talento ¿No? —la miraba de forma intimidante haciendo que ella se sintiera más pequeña y asustada.

—Lo es... —admitió con voz casi inaudible.

—¿Lo extrañas?

Ella tragó saliva asustada y negó sin poder mirarlo a la cara, estaba aterrada.

Él sonrió y por un momento Lizz sintió que ahí quedaría el asunto, pero equivocaba X-virus comenzó a arrancar las páginas de su libreta.

—Si lo extrañas, —una página menos y Lizzie comenzó a llorar a mares —¿Lo amas, no? —arranco otra —¡DIMEEEEE! —grito furioso —¿Lo amas? —seguía arrancando las páginas de la libreta. 

Termino y se encontró con la dedicatoria.

“Si mi alma fuera una pluma,

Y mi corazón un tintero 

Con la sangre de mis venas

Escribiría cuánto te quiero

Te amo Lizzie”.

—¿Te gustan esas estupideces? —preguntó y Lizzie negó, ya que era seguro que la rompería pero así podría pegar los pedazos al menos.

Parecería que él adivino lo que ella pensaba así que tomo fósforos para encender uno y acercarlo a la página y ella intento arrebatarsela.

—¡Basta Cody! ¡Detente! —le suplico la pelirroja entre lágrimas, entonces la empujó haciéndola caer al suelo —¡Por favor! No lo hagas —abrazo sus piernas bañada en lágrimas.

Se la quito de encima de un empujón y quemó el papel.

—Mira que humillarte de esa manera por un hombre que ya te olvidó —le dijo Cody con claro desprecio.

—¿Qué? —preguntó la chica, era imposible.

Él no la olvidaría... no lo haría.

Cody saco su celular y le mostró un par de fotos de Helen con una chica rubia de cabello corto y ojos completamente negros.

—Esta saliendo con Dina Clack o también se le conoce como Judge Angels, de hecho volvió a matar —le explico Cody.

—No, él no... —ella sintió nuevamente su corazón romperse, está vez a causa de Helen.

—Florecita yo soy el único que te ama, él te olvidó por otra chica, yo jamás podría olvidarme de ti —le dió la mano y la ayudo a levantarse —Yo sí te amo.