(❗) Bromas hirientes

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Era un día precioso en el que la joven Lizzie White había decidido pasar todo el día con su novio, ella se encontraba en la cocina preparando bocadillos había servido bastantes palomitas en un gran tazón, las bebidas estaban en la mesa de centro frente a la pantalla de la sala de estar. 

La chica se encontraba tan feliz de que Cody por fin aceptará ir a su departamento, ya que al dedicarse a lo que se dedicaba era bastante peligroso para ambos si lo veían entrar a un lugar como tu casa.

Él era un asesino a las órdenes de Slenderman.

Curiosamente Lizzie solo podía ver al tierno chico que conoció a los 14 años y del cual se enamoro perdidamente, no podía ver al sádico asesino X-virus, del cual escuchaba hablar de vez en cuando en las pláticas de sus compañeros de clase.

—¿Ya? ¡Comienzo a aburrirme! —le gritó con voz monótona desde la habitación con

—Sí, ya voy Liam —Lizzie sonrió juguetona, sabía que a X-virus no le gustaba su viejo nombre ni siquiera el que le dieron al adoptarlo Cody, pero al menos lo toleraba.

No hubo respuesta. Ya sé temía que Cody iba a decir algo desagradable, la chica llevo el tazón con palomitas y un tazón más pequeño con otras cosas como dulces más pequeñitos.

Ella lo miro de reojo al sentarse a su lado, no sabía distinguir cuando Cody estaba realmente enojado ya que con absoluta sinceridad él siempre tenía esa maldita cara de Poker face.

—¿Estás molesto? —preguntó.

Él levantó su ceja y sonrió de medio lado.

Lizzie se sintió aliviada y entonces pico suavemente la mejilla del castaño, él volteo hacia ella y respiró poniendo su brazo izquierdo sobre sus hombros. Le beso la mejilla.

—¡Pon tu estúpida película! —dijo con voz serena, pero aún así…

Ella obedeció y por un rato las cosas estuvieron bien, Lizzie acariciaba ocasionalmente el cabello del castaño y este en ciertas momentos besaba la frente de ella haciéndola sonrojarse.

Al terminar la película Lizzie intento levantarse, pero Cody la atrajo nuevamente hacia él, ella sonrió de forma juguetona y redujo el espacio que había entre ambos quedando a tan solo unos centímetros de su rostro.

—Ya veo, ¿Quieres quedarte un rato más así Cody? —ella sonrió, parecía que se iluminaba la habitación cuando ella sonreía o al menos ese era antes el criterio de Cody.

—No es eso, quiero coger —lo dijo tan serio que Lizzie se sonrojo y se alejó un poco ya que le daba algo de pena escucharlo decir eso.

—Yo no… está bien, pero… 

—¿Qué? 

El se mostró algo despreocupado por la reacción de Lizzie e incluso hizo el comentario de que ella era una mojigata, ya que no sería la primera vez que lo hacen.

—Lo-Lo sé Cody, pero fue repentino —explico ella.

—Bien, pero quiero hacerlo frente a la ventana —lanzó sin ninguna vergüenza.

—No… Cody no creo que sea buena idea, podrían vernos las personas del edificio de enfrente, podemos…

—No, si no puedes darme gusto en eso, me largo —espetó el chico con brusquedad.

La mujer de cabello pelirrojo se acerco a él y tomó su mano suavemente intentando persuadirlo para que no se fuera, al menos no enojado con ella, ¿Por qué? Pues porque ella lo había amado desde que era muy pequeña y le aterraba que él se enojara con ella.

Su miedo a perderlo a veces era demasiado irracional así que permitía acciones algo groseras por parte de X-virus.

—Cody, por favor… lo siento, puedo hacer lo que tú quieras, menos eso yo… —ella seguía excusándose y entonces él volteó.

El castaño había comenzado a reírse por lo según él torpe que se veía la joven mujer al punto de las lágrimas 

Ella con un puchero bastante evidente y arrugando la frente en señal de molestia musitó su nombre.

—Eso te enseñara a no llamarme Liam de nuevo —le saco la lengua.

Y todo ese maldito drama por llamarlo Liam.

Violentometro || X-virusDonde viven las historias. Descúbrelo ahora