(❗) Intimidar/ Amenazar

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Paso un año completo desde el primer beso de Helen y Lizzie, ambos se habían convertido en pareja 3 meses después y ya no quedaba ni rastro de Cody en el corazón de Lizzie, quién estaba completa enamorada de su chico oji-azul, por su parte Bloody Painter ya no existía, había renunciado a esa vida.

Pero X-virus estaba cada vez peor, más cruel más agresivo y no le importaba su vida, aunque no importaba mucho ya que era inmortal.

Cody decidió ir a la casa de Lizzie una noche en la que ya no podía sacarla de su cabeza, para su mente ella seguía siendo suya. Aún tenía las llaves del departamento y conociendola seguramente no había cambiado la cerradura.

Y así fue, él entro y pensó en que le diría quizá incluso manipular la con sus lágrimas de cocodrilo, pero entonces escucho algo que le helo la sangre, era su florecita gimiendo como nunca la había escuchado gemir.

La otra voz era algo más baja, pero la reconocía, era la voz de Helen.

—Ah Helen Mgh —estaba gimiendo la chica —no seas tan suave.

—Lo siento Lizzie —se escuchaban los gemidos del pelinegro —no quiero lastimarte.

Ella le estaba suplicando por más y parecía que Helen no se hacía del rogar.

A Cody le afectaba ver feliz y más aún darse cuenta que alguien más estaba tocando a su florecita, estaba dispuesto a abrir esa puerta y matarla o su sádico plan amarrarla y torturar a Helen frente a sus hermosos ojitos cafés y luego matarlo.

Pero, se controló y decidió irse para después verla a ella a "solas".

Al día siguiente...

Lizzie salió de compras y hablaba con Helen por el celular, aparentemente ella quería preparar una cena especial para su novio, se veía radiante eligiendo las cosas para preparar la comida.

Cody sentía el corazón de le aceleraba, él veía lo hermosa que estaba, llevaba tanto sin verla y estaba más hermosa que nunca.

—Amor, por favor déjame prepararte algo especial —ella rió, estaba tan feliz —¡Te lo mereces! ¡Eres el mejor mi pintor!

Ella le hablo riendo con felicidad.

—Sí bebé, sí volveré en cuanto termine de comprar las cosas —dijo Lizzie y estaba apunto de hablar, pero entonces Cody acercándose por su espalda le quitó el celular y colgó —¿Qué? 

Lo vio y su expresión cambio totalmente.

—¿Co-Cody? —su voz temblaba.

—¿Con qué amor? Dijiste que no era por él —apretó el celular el cual crujió de forma algo ruidosa.

—Cody ya terminamos, nunca te engañé yo... 

—Lo único que quiero es que hablemos.

Ella negó con la cabeza, nuevamente estaba sintiendo aquel sentimiento de vacío, de dolor en el alma.

—Yo... lo siento Cody, no quiero volver atrás yo.

—¡Cállate! —levantó la voz —Decidiste volverte una asquerosa mujerzuela, la puta de Bloody Painter.

—¡Él es mi novio y nos amamos!

Cody sonrió de forma ladina y la ahorcó lo suficientemente fuerte como para hacerla palidecer de miedo, pero no tanto como para llamar la atención.

—Sabes en que estuve pensando anoche cuando te encontré teniendo sexo con ese... hijo de puta... —ella no entendió, hasta que recordó qué aún conservaba su llave — pensé en que voy a matar a tu maldito noviecito por haberse atrevido a tocarte florecita y luego cocinarlo y dártelo de tragar por ser una maldita mujerzuela.

Lizzie comenzó a llorar.

—¿Ahora eres la víctima maldita puta? Tú prometiste que yo sería el único hombre de tu vida y que nos casaríamos y tendríamos hijos... —La soltó y ella comenzó a toser.

—Ya no te amo —dijo ella.

Cody sintió su corazón romperse, pero no lo iba a demostrar.

—Si no lo dejas, acabaré con ambos.

Él la dejo ahí llorando desconsolada y con miedo de lo que podría pasar.

Él era un monstruo y ahora veía que jamás la dejaría ir... No con vida.

Violentometro || X-virusDonde viven las historias. Descúbrelo ahora