Violentometro || X-virus

( ⚠️ ⚠️ ⚠️ ) Abuso sexual

Ya llevaba más de 2 años con el castaño de ojos verdes, estaba tan harta de la vida que ya ni siquiera se levantaba de la cama, eran pocos los momentos de lucides que le quedaban. Su cuerpo estaba mucho más débil que nunca, delgado y con serías marcas de los golpes que le daba Cody con el cinturón.

Ella se daba cuenta que su final estaba muy cerca, aunque Cody quisiera mantenerla cautiva ya no podría hacerlo más, ella estaba apunto de morir.

Ella se levantó de la cama un día viernes, lo sabía porque era los días que Cody le permitía tomar su viejo álbum para ver las viejas fotos de su familia, era un pequeño capricho que Cody le permitía a Lizzie.

Ella observaba con nostalgia aquellas fotografías y se preguntaba si algún día ella encontraría paz y más aún deseaba al menos poder despedirse de sus padres y hermano… Y al menos poder darle un pequeño último beso al pintor que aún estaba en su corazón, hiciera lo que hiciera Cody no podía sacarle a Helen de la cabeza.

—Es suficiente, estás pensando en él —le arrebató sus fotos.

Lizzie negó, aunque si lo hacía.

—No me mientas pequeña perra, siempre que haces esa sonrisa estás pensando en él —le reclamó y ella seguía negando con la cabeza.

Ella siguió negando y recibió una cachetada, seguida de un espantoso gritó:

—¡Deja de mentir!

Lizzie tenía nuevamente las mejillas inundadas en lágrimas y por fin habló.

—Un día de estos vas a matarme Cody —dijo con tal frialdad que Cody sintió un frío abrumador colarse en su cuerpo.

—Yo no... —iba a disculparse.

—No quieres que sea felíz, me golpeas con ese maldito cinturón, me tienes marcada de tanto golpe Cody... Tú vas a ser él causante de mi muerte.

El castaño de ojos verdes se puso de rodillas frente a ella y le suplicó que no dijera eso.

Ella acarició sus mejillas y continuaba mirándolo con frialdad, ya no lo amaba, pero debía mantenerlo así, no es que le hiciera especial ilusión que la golpeara.

—No lo haré más, lo juro —le prometió.

—Lo has prometido tantas veces ya Cody... —dijo la pelirroja.

—Es que esto es tu culpa, tú no puedes dejar de pensar en Helen y yo... quiero que pienses solo en mi ¿Lo entiendes?

Ella asintió.

¿Para qué? Si al hacerlo estoy más triste.

El mayor seco la lágrimas de Lizzie y la tomo en brazos para llevarla a la habitación, en dónde abuso de ella, aunque gracias a una llamada no termino el acto. Ella agradeció a quien sea que hubiera llamado ya que gracias a eso no fue penetrada nuevamente por él.

Aunque eso no lo detendría eternamente.