—Katsuki. —el nombrado se tensó visiblemente, podía saber de quién era esa voz que siempre lo persiguió hasta en sus pesadillas, se disculpó con los Todoroki y después volteó hacia el origen de todo sus males.
—Bruja, padre. —el rubio saludó a sus progenitores y Mitsuki tuvo que contenerse para no darle un fuerte golpe en la cabeza, pues estaban en público, sin embargo, después a iba a encargar de sacarse todas las que le habia hecho ese mocoso.
—Habla con respeto a su madre, cachorro ingrato. —habló la mayor cruzando de brazos y soltando un suspiro—. ¿Sabes de qué me enteré?, Ni siquiera mi propio hijo pudo decirme que iba a ser abuela, lo supe por terceros y para peor en esta estúpida fiesta.
Katsuki solo sonrió de manera tensa, quería gritar e incluso decirle a la vieja bruja que nunca tuvo pensado decirle, pero eso solo haría que se ganara una gran paliza, si era que ya no se la ganó.
—Felicidades hijo. —habló esta vez la voz de la razón, Masaru, quien era un Omega bastante tranquilo y muy buen estratega.
—Tendremos una pequeña charla mañana, por cierto, nos quedaremos en el palacio una temporada. —y ahí estaba lo que más temía, ahora tendría que aguantar al rey demonio bajo su techo una vez más, bueno, al menos esos meses fueron pacíficos.
—Puta vida. —murmuró por lo bajo hastiado, de verdad estaba tentado a tirarse por el balcón más cercano que encontrara.
(...)
Izuku se dio la vuelta al sentir como alguien se acercó por detrás, se acercó a la orilla del balcón y miró con el ceño fruncido al desconocido, pero sus ojos se abrieron con sorpresa cuando esa persona se quitó la bufanda que le cubría parte del rostro y también se quitó la tela que cubría su cabeza.
—¿Ma-mamá?… —sentia que miraba un fantasma, era ella, su rostro se veía más joven de lo que recordaba, más cuidado y pulido.
—Izuku. —ella se acercó para envolverlo en un abrazo teniendo cuidado al notar el bulto en su panza—. Te extrañé tanto, mi pequeño.
—Mamá. —el pecoso también la abrazó con algo de fuerza, se sintió tranquilo cuando olfateó un aroma suave que salía de ella, era cálido, reconfortante, y seguro.
El también había extrañado un abrazo de ella así—. Yo te eché mucho de menos, siempre quise volver a verte.Izuku no pudo evitar que sus ojos se llenaran de lágrimas que prontamente rodaron por sus mejillas, ¡Estaba abrazando de nuevo a su madre después de tantos años!, Parecía irreal.
La mayor acarició su cabeza con suavidad, pasando sus dedos por sus rizos de forma cariñosa.—Lamento no venir antes, pero tu padre odia a los Bakugou y nunca me dio permiso para visitarse. —Inko se separó levemente para mirarlo, quitó con cuidado las gotas saladas que mojaban las pecas de su hijo y sonrió—. Noto un cambio, mejor dicho, varios —ella rió por lo bajo mirando su panza—, te ves… no sé, diferente, puedo ver como tu rostro es más expresivo y feliz, también veo que me convertiré en abuela. Cuéntame, como la haz pasado estos meses con tu esposo.
—K-kacchan es amable, siempre me cuida e incluso me ha mostrado muchas cosas, me ha dado varios paseos sobre su gran dragón para enseñarme su reino y más. —era algo que Izuku siempre quiso, contarle a su madre sobre sus parejas mientras tomaban café o té con galletas, algo cotidiano como madre e hijo, sin embargo, en su interior vida nunca tuvo la oportunidad de hacerlo.
—Es un alivio, al menos tu matrimonio tiene un gran afecto a pesar de que fue solo por conveniencia. Ustedes se miran de manera especial, sé que lo amas mucho. —ella sonrió e Izuku solo la volvió abrazar suspirando de manera temblorosa, quería dejar de llorar, pero le de imposible, tenía miedo de que ella desapareciera en cualquier momento—. Izuku, no puedo quedarme mucho tiempo, tu padre no sabe que estoy aquí. Quería venir para saber cómo te encontrabas, pero creo que me preocupé por nada.
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No es mi mundo. (Katsudeku./Omegaverse.)
Fanfiction¿Que pasa cuando mueres en tu mundo y despiertas en otro totalmente diferente? Izuku tendrá que descubrir cómo lidiar con cosas que no entiende ni conoce, sobre todo con tratar de lidiar con el humor de un explosivo rey. (...) -Portada editada por m...