Text messages

8.2K 997 437
                                        

La oficina de Endeavor suele ser bastante monótona y fría, sin cariño, básicamente. Reflejaba muy bien lo que era Enji Todoroki bajo la máscara del héroe que bajo sus ojos era el correcto: uno centrado en su trabajo y en nadie más.

Sin embargo, hoy tenía algo peculiar. Había un bonito jarrón de estilo oriental con flores blancas y amarillas en este. Además, tenía amarrada una tarjeta de presentación en la que, con una letra bastante pulcra, decía:

«De Rei Todoroki»

Adicionalmente, se le fue entregado una carta sellado con la letra de su mujer (si es que aún le puede decir así). Natsuo le entregó el regalo a regañadientes, diciendo que su madre quería darle algo por su promoción de héroe. Después de arrojarle las cosas, salió disparado de la agencia. Enji notó el nerviosismo de su hijo, estaba claro, y cuando leyó la carta de Rei solo pudo sonreír por la calidez de esas palabras.

«Natsuo quiso comprarte flores, así que le dije sobre cuáles eran tus favoritas. Es un tonto, como tú, pero se preocupa por ti. Felicidades Enji por tu promoción, sabía que lo lograrías. Y también, gracias por las flores que me mandaste la semana pasada.»

-Ahora parece que aprovecha cada oportunidad que tiene para insultame- ríe.

Parecía que todo estaba marchando bien. Pudo notar que la tensión en su familia estaba disminuyendo, especialmente desde aquella vez que Fuyumi invitó a los amigos de Shōto a cenar con ellos. Pudo incluso acercarse al menor de su familia gracias al rubio que Shōto tenía de amigo, de verdad nada podía ir mal ahora.

Hasta que oyó un par de golpes en su puerta antes de ser abierta de par en par mostrando a los dos intrusos.

Por Dios, de haber sido cualquier otro probablemente los hubiera pateado. Pero con la sonrisa radiante de Hawks y el típico ceño fruncido de Katsuki (el cual era arrastrado por el héroe alado que poco o nada le importada tratarlo como muñeca de trapo) hizo que tuviese que respirar y contar hasta tres para calmarse.

-¡Woah! ¿Y eso, En-chan?- preguntó en el instante en el que sus irises enfocaron el regalo de Rei y Natsuo- ¿Una pretendiente acaso? ¡Y tú, que aún no me has dado ni una flor ni en nuestra primera cita!

Bakugō miró fastidiado a Hawks para luego mostrar confusión hacía Enji. Este solo suspiró hastiado, le hacía falta más de tres segundos si no quería calcinar al idiota que tenía entre él y el rubio.

-Primero, nunca tuvimos una cita. Segundo- frotándose la cien, inhaló y exhaló en busca de algo de paciencia-, no, no es de ningún pretendiente. Sabes bien que no suelo aceptar nada de nadie que no me importe.

-Heh, solo bromeaba.

Katsuki juró que los ojos del otro rubio irradiaban alegría con la aclaración de Enji. ¿Cómo puede ser tan obvio? Aunque también tendría que preguntar cómo Endeavor no notaba el obvio coqueteo de parte del otro héroe... Bueno, hablaba del mismo sujeto que por no saber cómo lidiar con el hijo que vivía bajo las mismas paredes que él le pidió ayuda luego de frustrarse con las páginas de ayuda para padres.

Y solo sabía de eso porque cuando estaban subiendo para su oficina el otro rubio le comentó lo gracioso que era ver a su pretendiente poner muecas de confusión cada vez que usaba uno de esos sitios de ayuda. La inverosímil boca de Hawks parecía no tener límites cuando se trataba de presumir de Enji en todos los sentidos. Se le hacía gracioso, tenía que admitir, pero no iba a juzgarlo por eso cuando el también lo hizo una que otra vez (pero jamás lo admitirá en voz alta).

Father and sonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora