C I N C O

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—¿No temes que esos hombres tomen represalias contra ti? – SeokJin miró a BonHwa fijamente – BonHwa, estoy hablándote

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—¿No temes que esos hombres tomen represalias contra ti? – SeokJin miró a BonHwa fijamente – BonHwa, estoy hablándote.

—No me importa lo que venga, tengo muy bien trazado lo que voy a hacer.

—¿Y qué pretendes? – se cruzó de brazos – ¿Ir sola a Timoría por ese alfa?

—Estás en lo correcto – ella sonrió – pensaba que podrían acompañarme para lo que se ofrezca.

—De antemano te lo digo – SeokJin capturó la vista de su amiga – no iré, los guardias tampoco irán porque deben resguardar el reino.

—Bueno, unos pueden ir y otros quedarse, no es algo del otro mundo.

—¿No dimensionas los peligros? – el beta se cruzó de brazos – ¿Tanto vale ese maldito alfa? ¿Es tan bueno en la cama que no puedes alejarte de él?

BonHwa aterrizó su mano sobre la mejilla de su amigo, sintiendo un nudo formarse en su garganta, tragó saliva y retrocedió algunos pasos.

—No sabes nada de nosotros, SeokJin, así que te conviene cerrar la boca...– masculló entre dientes – además, ¿Crees que no puedo hacerlo por mi misma?

—No, BonHwa – ella se quedó estupefacta ante la confesión del beta – eres una Omega, jamás vas a poder contra decenas de alfas.

Ella asintió con lentitud, se levantó de donde estaba y se fue lejos de SeokJin sin decir una palabra, se encerró en su habitación caminando hasta su biblioteca subterránea ignorando los llamados del beta. Ahí pudo derrumbarse y llorar hasta que su pecho le pidiera que parara. Todo estaba siento tan complicado que mantenerse lejos de Jimin le hacían perder el sueño, el apetito y la poca cordura que tenía, así como su interior se estaba quebrando lentamente.

Ante su pueblo era Bae BonHwa, una reina admirable y amada, no podía darse el lujo de venirse hacia abajo frente a ellos.

Tampoco podía olvidar a Kyrell, la sonrisa tan malévola que sostenía en su rostro cuando los separó le hacía entrar en una especie de rabia de la cual difícilmente podía calmarse, estaba esperando el momento justo para enfrentarla y acabar con su existencia ella sola.

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Origins of Love » PJMDonde viven las historias. Descúbrelo ahora