Un hermoso Amor

Dia 9: confesión borracha

Reid odiaba que Morgan lo arrastrara a sus salidas nocturnas, especialmente cuando decía que no sabía divertirse y que se quedaría soltero el resto de su vida y esta vez iba a equivocarse, todos menos Aaron fueron al bar, Spencer eligio esta vez, no era un secreto para sus amigos que fuese gay, Morgan lamento que no iba a tener conquista pero si con eso Reid se animaba a salir no le importaba, cuando entraron en el bar no había mucha gente y encontraron unos buenos asientos y Reid fue a la barra sorprendiéndose de que conoce al barista.

- hola 187 ¿Cuándo empezamos el plan? Mi hermano está muy entusiasmado -comento Sergio entregándole un vasito de tequila.

- en 20 minutos, Morgan se va a arrepentir-comento Spencer bebiéndoselo de golpe y llevo el pedido de sus compañeros sentándose con ellos, conoció a Sergio y a su hermano mientras jugaban ajedrez en el parque, cuando paso el tiempo vio a Leo acercarse a él para invitarlo a bailar y Reid acepto.

- creo que deberás disculparte con el -comento JJ cuando vieron que el otro hombre lo sujetaba de sus caderas y bailaban mas cerca. Dave discretamente lo grabo y se lo mando a Aaron quien seguramente estaba con su hijo.

"deja de ser un idiota, o perderás lo mejor que te podía pasar"- Aaron abrió el video y vio a Reid bailando con otro hombre que no era el, trago saliva y se disculpó con su hijo y Jesica y se dirigió hacia donde estaba el equipo.

Spencer y Leo se sentaron en otra mesa y el mayor jugaba con su cabello mientras le entregaba otro tequila, Morgan pensaba en ir y separarlos, Reid estaba borracho como para consentir, pero Aaron había llegado en tiempo record y fue por el castaño.

- ¿Qué haces aquí? -pregunto Spencer

-sé que eh sido un idiota contigo, pero no me disculpare-comento Aaron, Leo iba a quejarse, pero Aaron levanto a Spencer con facilidad y lo levanto como un costal de papas llevándolo a su auto.

-no entiendo cómo te amo-se quejó Spencer dejándose hacer, lo llevo al auto para llevarlo a la cómoda cama y hablarían cuando el genio estuviera más sobrio, pero el chico se había confesado sin querer.

Fin