Capitulo 11

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Corro por el pasillo y el sonido de cadenas se acerca más con cada paso que doy no puedo encontrar la salida de este laberinto de piedra.  Mis piernas no resisten más, caigo de rodillas ante el agotamiento. -Aquí estas, vez no puedes ocultarte de mí- Las palabras de mi padre, no puedo huir mi cuerpo no responde para nada. Me toma del brazo y me acerca a él, duele, -Ven aquí-, como era de esperar comparada a él no soy más que una pequeña insignificante. -Bien, es hora de que volvamos a tu cuarto-, no, no quiero eso. ¡¡¡¡AAAAAHHHHHH!

-ROSE, ¡¿ESTAS BIEN?!!- Trevor está en la puerta de la habitación con una mirada de angustia que cambia por una de alivio al verme en mi cama, sigo hiperventilando sentada en la cama, -Trevor, lamento todo esto- me levanto de la cama y me dirijo hacia él, -Sabía que era una mala idea venir a dormir aquí, pero aun así lo quería- levante mi vista hacia sus ojos y pude ver comprensión y calidez en ellos, solo que en ese momento recordé que lo único que uso para dormir es una camiseta y shorts que me prestó Kate, solo que eso no era lo preocupante sino que Kate era más pequeña que yo por lo que su ropa se me ceñía más al cuerpo y me quedaba más corta. como una niña decidí tapar la vista de Trevor, -Linda, ¿Qué ocurre y por qué me tapas la vista? - tenía que ser directa para esto así que tome aire para habla -Viste mi pijama que tengo puesta, cierto? - en el rostro de Trevor solo se formó una sonrisa con los labios apretados para intentar no reír a carcajadas, eso me decía muchas cosas y entre ellas que me había visto con ese pijama.

-Trevor, no abras los ojos hasta que te diga y sin espiar- Corrí a la cama y me tape con las cobijas hasta el cuello y cuando dirigí mi vista a Trevor observe que no llevaba playera dándome una buena vista de sus abdominales sin duda alguna tenía que encontrar más formas de poder verlo de esa manera, pero que estoy pensando. -Ya puedes abrirlos-, Trevor abrió los ojos y me dejo ver que aún no se le quitaba el humor de su vista era comprensible ya que me estaba comportando como una niña, -Rose, te ves como una muy linda niña pequeña- sabía eso de sobra por suerte, Trevor comenzó a acercarse a  mi cama hasta que se sentó en el borde de mi cama, -¿Tienes pesadillas a menudo?- esa pregunta, conocía de sobra la respuesta desde hace mucho incluso en el palacio ya las tenía por ello es que jamás se me quitaba la mirada de muerta en el rostro.

-Si, desde hace mucho, no tienes por qué...- Trevor me estaba abrazando, su calor inundo mi ser de una forma que desconocía sin duda alguna, no puedo reaccionar tan rápido y comienza a hablar, - Debió de ser muy difícil, como no me di cuenta de eso, soy el peor- lo último lo dijo en un susurro, pero esto de ser loba tiene sus ventajas. 

Esto no es para nada su culpa, es de aquellos que solo quería sentirse superiores a mí. Sin más me separé de él para poder ver su rostro, en sus ojos no encontré lastima sino todo lo contrario apoyo y cariño cosas que jamás entre frías paredes de piedra pude observar.

-Trevor, no eres el peor, estas aquí ahora y eso es lo que realmente importa- coloqué mi frente en la de él y cerré los ojos para concentrarme en que decir, - Sé de sobra que eso está en el pasado, pero.... puede que durante mis sueños.... me persiga, ... de vez en cuando-. No quería que se preocupara tanto por mí, cuando abrí mis ojos esbocé una sonrisa para calmarlo de alguna forma.

-No es necesario que seas fuerte todo el tiempo, estaré siempre que me necesites- esto lo decía mientras me tomaba de la mano y al terminar la beso, cuando es que se volvió todo un romántico, mi corazón no dejaba de latir, hay días que quisiera que se callara. Al volver mi vista hacia él, rectifique lo que ya rondaba por mi mente desde hace mucho. Este chico es completamente tierno y amable.

-Te lo agradezco mucho- no aguante más y rompí a llorar, esto sí que era lo peor que me podía pasar.

-Tranquila, ya todo eso paso, ahora estás aquí y no te dejaré ir- esto lo decía mientras ocultaba mi rostro en su pecho y él acariciaba mi cabello. Una vez que pude levantar la vista aún que mis lagrimas siguieran saliendo, vi hacia la ventana un par de ojos rojos se veían en el bosque, comencé a asustarme, - ¿Rose? - Trevor ahora me observaba con curiosidad y volví la vista a aquel punto en el bosque, nada, lo habría imaginado.

-No es nada Trevor, debo haberlo imaginado-

-Está bien, si dices que no es nada así será, ...ahora, ... ¿volvemos a dormir? - Esa pregunta no me la esperaba, pero considerando que era de madrugada y debíamos trabajar dentro de poco, era justo que lo enviará a descansar después de haberme ayudado con la pequeña crisis. - Si, creo que es lo mejor, tenemos niños que cuidar dentro de pocas horas- ante esto Trevor soltó una pequeña risa, - Tienes razón, de lo contrario nos pintaran el rostro con plumones si nos quedamos dormidos-.

Se levanto de la cama y se estaba dirigiendo a la puerta, por alguna razón con solo eso comencé a sentir un vacío nada agradable a mi alrededor, - ¿Trevor? - Este volteo hacia mí - Si, Rose- ok, era ahora o nunca y necesitaba coraje para lo siguiente, como es que no podía ser para nada normal en estas circunstancias, - ¿Te puedes... que dar a dormir conmigo? - lo último lo dije en un susurro.

- ¿Qué dijiste Rose? - ahhhhh, odiosa vergüenza déjame en paz por una vez, - ¿Qué si puedes... dormir conmigo? - DEMASIADO RÁPIDO, me estaba regañando una y otra vez en mi mente. Mientras Trevor se me quedaba viendo curioso. - Supongo que es algo que puede esperar para decirme, así que iré a mi habitación- Se estaba yendo, mi oportunidad se iba y no lo permitiría.

- QUEDATE A DORMIR CONMIGO- ahora si estaba completamente roja, adiós a toda mi dignidad, o eso fue hasta que sentí que al lado de mi cama cayó un peso, levante mi vista y ahí estaba él, - En ese caso, me das algo de espacio la cama no es muy grande-, me retiré para que se acostará y al hacerlo vio el techo y luego a mí, -Ven- sin más me acosté a su lado y cerré mucho los ojos, estaba demasiado nerviosa.- No me gusta así, ven aquí- tras decir eso me acostó en su pecho y logré escuchar su corazón con un latir tranquilo y rítmico. -Bien, ahora si a dormir, buenas noches, Rose- me dio un beso en la coronilla, - Buenas noches, Trevor- sin más me relaje al ritmo de su corazón y me entregue a los brazos de Morfeo. 

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⏰ Última actualización: Mar 10, 2023 ⏰

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