Al cruzar esas puertas no pude evitar encontrarme con más de un solo para de ojos curiosos ante mi presencia, el que me saltara los eventos del palacio por casi toda mi vida era una de las cosas que sabían todas las personas ricas que se encontraban justo frente a mí. Por lo que mantenía la vista en frente para no demostrar que por dentro me sentía tan frágil que un solo soplo de viento rompería mi cara sonriente. De pronto sentí como alguien tomaba mi mano, y ocurrió algo extraño pude literalmente oler quien era, que clase de aroma era ese lleno hasta el tope por perfumes tan caros que ni los podía soportar, escondí el asco que me envolvía para ver al personaje que había tomado mi mano con sutileza si así lo podía llamar, -Veo que te decidiste por venir a verme linda- era Marcus que detestable sorpresa, solo podía ver que tenía una sonrisa que ya había visto tantas veces durante el tiempo que cuando no le hacía caso utilizaba para conquistar a otras chicas, pero ese no es el punto, tenía que mantener mi fachada de chica inocente hasta que pudiera escapar de la fiesta, -Pues si he venido solo es para divertirme un rato, nada más-, Marcus solo veía mis ojos en busca de algo que le dijera que era él la razón por la que me encontraba en ese lugar, pero sus esfuerzos eran en vano así que al comenzar la orquesta, levanto la vista y luego dirigió sus ojos a mi persona, -Bueno, ya que te encuentras en esta velada, sería un honor que me concedieras la primera pieza de esta noche, señorita- trataba de sonar galante pero se notaba a leguas que ese no era el fuerte de la familia a la que pertenecía, en realidad todos ellos eran bastante coloquiales al momento de entablar una conversación con cualquiera, así que pensé rápidamente para que mi plan continuara tenía al menos 20 minutos o mi oportunidad se habría ido junto con el cambio de guardia de esa noche, - Me encantaría, bailar la primera pieza de la noche con usted joven caballero- por fin todas las molestas clases de etiqueta me servían de algo, no en balde me golpeaban con una regla de madera.
Tras bailar con Marcus un vals bastante sencillo, pude librarme de él con la excusa más infalible de todas, - tengo que ir al tocador-, eso fue lo mejor que se me pudo ocurrir pero sin duda funciono mejor de lo que pensaba por lo que al solo decir eso, me dedicó una reverencia por el final del baile y me hizo prometerle que bailaría con él las próximas dos piezas, así que después de hacer un vergonzoso evento a mi parecer para prometer algo que jamás cumpliría, me encamine al tocador, me asegure que nadie estuviese dentro y pude ver la mejor forma de escapar una ventana reducida pero lo suficiente para que pudiera pasar solo que mi primer intento fue un completo fracaso mi vestido era bastante voluminoso por la parte de la falda así que opté por sacar el cuchillo que tenía escondido en el escote y comencé la ardua tarea de rasgar el vestido capa por capa, hasta que quedo con un corte sesgado bastante pronunciado con una sola capa de tela que dejaba ver mi piel pálida y algunos moretones que eran bastante recientes justo de apenas hace dos días y todo porque me estaba leyendo una novela romántica en lugar de estar con un libro enorme de etiqueta que sin duda jamás llegaría a leer, eso me dejo al menos varios golpes por parte de la regla de madera.
Así que después de tener ese recuerdo amargo me deslice por la ventana justo a tiempo para ver que una chica entraba al tocador, tomando las telas del suelo y volviendo a salir con un trozo pequeño, maldije por lo bajo debí tirar la tela por la ventaja antes de salir, salte por algunos lados del tejado para cuando toque el suelo me faltaban unos metros para llegar a la torre, al entrar pude ver una escena muy linda hay estaba Jacob dormido o eso creía y se encontraba abrazando mi mochila, solo que ahora algo era mucho más notorio era un aroma muy exquisito mi favorito para ser precisos bosque forestal, adoraba ese aroma y juste frente a mi estaba un chico que expedía un aroma igual, algo más a la lista de cosas que me agradan de él. Toque su brazo para despertarlo lo cual funciono y cuando abrió sus ojos esmeralda pude ver que al fin podría alcanzar mi preciada libertad, - es momento de que nos vayamos, no tenemos mucho tiempo y si me encuentran harán que vuelva a este lugar- me veía de manera cariñosa y también con otra cosa que aún no lograba descifrar, pero nada me preparo para lo que paso unos segundos después,- Te llevaré a un lugar en el que nadie sabrá que estás ahí, lo prometo- esas palabras me erizaron la piel y a su vez me calmaron de una manera perfecta así que al ir bajando los peldaños nos encontrábamos en silencio hasta que pude ver el bosque, Jacob avanzo cada vez más hacia afuera de la torre pero yo no podía moverme era extraño, así que al voltear y verme Jacob extendió su mano a la espera de que hiciera algo, por lo que con una sonrisa y una mirada dulce me dijo - ven y déjame enseñarte el mundo del cual te privaron por mucho tiempo-, avance unos pasos y cuando tome su mano, me acerco a su cuerpo para abrazarme me soltó un poco después lo cual hizo que me sintiera un tanto triste, solo no soltó mi mano y comenzó a avanzar conmigo a su lado hasta que nos adentramos en el bosque, unos cuantos kilómetros después, sentí que mi cuerpo fue arroyado por un camión así que solté a Jacob me tiré al suelo y tras escuchar como mis huesos se rompían abrí los ojos y me dirigí a Jacob que me miraba de una manera que no sabía que existía, con amor, era tan cálida al pararme vi que estaba mucho más abajo que antes así que al ver abajo, vi que tenía patas y pelaje, corrí un poco con Jacob tras de mi con mi mochila, llegue a un río no muy profundo y al ver mi reflejo vi a un lobo de color negro con ojos grises, era hermoso y en mi cabeza escuche, -hola de nuevo, el reflejo que vez soy yo Krinon y soy tu loba por el resto de tu vida y ese chico a tu lado- voltee mi vista para ver a Jacob - es tu mate- cuando volví a ver a Jacob solo me encontré con un lobo de color gris ceniza que tiraba casi a blanco, pero sabía que era él por lo que me permití perderme en sus lagos esmeraldas por un largo rato.
ESTÁS LEYENDO
Huellas hacia el bosque
LobisomemNo les ha pasado que sienten que no pertenecen al lugar en el que se encuentran, esta es la situación de Rose una joven que lleva toda su vida encerrada en un palacio fuertemente fortificado, muchos están dentro pero a nadie se les es permitido sali...