Blood Hearts

Capítulo 10 - Juego de pierde - gana.

"La arrogancia es tan peligrosa como la ignorancia, aún mas en el amor porque todo se trata de un juego en el que los orgullosos pierden y los tontos ganan"

Alina

Su arrogante mirada me indicaba que no vendría por mi "bien Alina no cometas ninguna tontería y regresa a la zona segura" pero no podía hacerlo , porque eso significaría que realmente él tendría todo el control sobre mi, que era nadie, pero si lo que me decía era cierto, él no me podía dejar morir "vas a tirarte por un acantilado por una suposición"

-Hazte ovillo al caer, tal vez así sobrevivas - su sonrisa al final me caló los huesos, era sínico, arrogante, orgulloso, estaba acostumbrado a que la gente le hiciera caso de cualquier cosa y yo no era como la demás gente, no podría jugar conmigo, eso me animo a soltarme, ver su cara al final por un microsegundo fue toda mi ganancia.

-¡Alina!- su grito fue tan desesperado como mi arrepentimiento, la velocidad con la que caía me ensordeció y me empecé  a marear, tenía los ojos cerrados porque no quería ver mi muerte aproximarse, nunca me imaginé morir así, las rocas del mar cada vez se hacían mas cerca y mi vida pasó cerca de mis ojos, me resigne al ver que nada podía salvarme, la brisa del mar ya me estaba tocando.

¿Qué diría Madame Zhera de mi? probablemente me regañaría por ser tan estúpida, Luna ¿Qué  pasó con ella? ¿Sarah dónde estará? ¿a qué sabrán los manjares de loto? aquellos que esconden y sólo son para la realeza, fue entonces cuando me di cuenta que quería vivir, que no quería darle el gusto a mi madre de morir, que no quería ver a mi padre que me abandono en aquel lugar al que todos llaman cielo, quería vivir,  quería vivir.

-¡Quiero vivir!- abrí los ojos mientras mi grito salía de mis labios y me paralice al verlo acercarse a mi, no puede ser posible, no él no lo haría, nadie haría tanto por mi, no lo haría, pero ahí estaba, cayendo por mi.

-¡Hazte ovillo como te dije, rápido! - su voz apenas era audible por la rapidez del aire, pero le obedecí, con fuerza intente acercar mis piernas a mis brazos y enrollarme, estábamos a unos cuantos metros de caer, entonces el me tomó y me protegió, me envolvió con sus brazos y nos roto para que el que recibiera el impacto fuera el.

-¡Alek . . . - caímos, la fuerza del impacto fue destructora, escuche como sus huesos se rompían y olí la sangre abrir paso entre el agua, pero sus brazos no me soltaron, el impacto de la caída me había dejado mareada pero fuera de eso estaba bien, él, él había recibido todo el impacto por mi, fue entonces cuando un fuerte dolor en mi corazón se extendió hasta mi sangre, me costaba respirar y una increíble necesidad de curarlo surgió dentro de mi.

Mi cabeza se encontraba aturdida en su pecho, sus manos soltaron mi agarre unos segundos después de la caída, su sangre empezó a salir de su pecho, probablemente una de sus costillas había roto su piel dejando brotar su noble sangre por su cuerpo y por mi cara, una gota llego a mis labios y la probé, sabía dulce como un manjar de lo mas exquisito, mis sentidos se intensificaron y por un momento cualquier dolor en mi cuerpo quedo desplazado por ansiedad y fuerza.

Como pude lo arrastre al risco con el que nos habíamos golpeado, no entendí porque sentí que su cuerpo pesaba toneladas y aún menos como logré sacarlo del agua, era como si una vaciante necesidad de que viviera no abandonara mi pecho, era él, solo él lo que importaba en este momento, había una adrenalina en mi pecho que me hacía sentir poderosa, como si me hubieran inyectado metanfetaminas o una poderosa droga.

-Aleksander, ¿me escuchas? vamos Aleksander - su pecho estaba lleno de heridas largas y extensas de las que brotaba mucha sangre sin parar, al igual que su cabeza, si seguía a este paso moriría desangrándose en cualquier momento, corté la tela de mi vestido y le aplique un torniquete en la cabeza, me quité lo que sobraba de este quedando solo en camisón para hacerle el otro torniquete o lo mas parecido a eso en el pecho.