Dios enamorado

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Anthony se preguntaba a veces que fue lo que le impulsó a cuidar de un Dios moribundo ¿Soledad? ¿Estupidez? Tal vez la respuesta estaba en los lastimados ojos esmeraldas, portaba una mirada igual a la suya cuando se miraba al espejo y las máscaras caían.

Esperaba que cuando sanará lo abandonará; toma lo que necesites de Stark y déjalo a un lado, sin embargo Loki se quedó.

Tony no entendía su motivación, el hombre prácticamente se quejaba de todo hasta del clima, aún así seguía acompañandole.

-¿Por qué no regresas a Asgard?- el castaño preguntó una tarde mientras estaban sentados en la banca del jardín tomando el sol, sus hombros rozándose muy cerca. hoy se decidió a hacer preguntas y ser honesto sobre su envenenamiento por paladio.

-¿quieres que me vaya?- Loki se giró mirando con expresión plana, ocultando sus emociones del mortal.
El castaño negó enseguida; eso le tranquilizó un poco.

-es… no entiendo porque estás en un lugar que desprecias- Tony se sobo el pecho, sin diferenciar si el dolor que sentía era por imaginar al tramposo lejos o por culpa del reactor.

-No me disgusta Midgard- Loki alzó una mano al ver el ademán del castaño en responder - simplemente me encanta quejarme para ver tus lindas reacciones ofendidas - una expresión amorosa cruzó por los rasgos del dios antes de convertirse en una de completa burla.

El inventor no pudo controlar llevar una mano a su mejilla tratando de ocultar el sonrojo que cubría su piel.
Quedaron en silencio otro rato hasta que el pelinegro decidió cortarlo.

-Ahora me vas a contar qué estás haciendo para evitar morir o ¿tendré que ser tu príncipe de brillante armadura y salvarte?- el dios se enderezó, alzando la barbilla y manos en la cintura, toda realeza en la imagen que buscaba proyectar.

-Hahaha, más que un príncipe eres el diablo- Tony se terminó apoyando en el cuerpo del más alto, riendo de lo lindo al ver la mueca de disgusto por sus palabras- pero respondiendo a tus preguntas, no tengo nada pensado… creo que mi hermoso príncipe tendrá que ayudar a esta damisela en apuros- ahora los dos se estaban riendo por sus payasadas.

Tony nunca se divirtió tanto desde la muerte de Jarvis y su madre.
Apretó la camisa negra de Loki; antes hubiera deseado morir pero ahora quería quedarse, ver a dónde le llevaba este dios con su presencia.
El pelinegro dejo un beso en la frente del mortal, una promesa de que haría lo posible por salvarle.

Participar en la iniciativa vengadores fue un total dolor en el culo; muchos súper humanos con diferentes puntos de vista, Bruce banner lo dijo en su momento; eran una reacción química que en cualquier momento explotaría.

Anthony Intentó mantenerse distanciado pero el dios del trueno se notaba interesado en su persona, vigilando como si esperara algo; eso lo incomodaba.

Detener a una hechicera loca que intentaba conquistar la tierra fue pan comido, evitar que un dios lo acosara no tanto.

Después de que las aguas se calmaron, Fury le pidió (muy amablemente para su sorpresa) asilo pará los vengadores, Tony aceptó no veía el problema y la mayoría de los integrantes le agradaban; especialmente Bruce, Janet, Clint y Barnes.

Así que utilizó su torre como base de operaciones para este nuevo grupo. Tony decidió no quedarse,especialmente porque amaba su privacidad; a veces los visitaba pero nunca se quedaba a pasar la Noche. En una de esas ocasiones el dios del trueno lo acorraló, sonriendo divertido por algo muy lejos de su comprensión.

-¡Hermano! Realmente me engañaste pensé que habías muerto pero terminaste en Midgard!- el tronador abrazo al castaño, riendo de júbilo por el recuentro -tenemos que volver a Asgard, decirle a madre y padre que sigues vivo - Tony se estaba alarmando, intentó empujar el corpulento cuerpo para ganar distancia pero el rubio no estaba dispuesto a dejarlo ir

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