ONE SHOTS | BAJITORA & TORABAJI

LA SOLEDAD MAS AMARGA

Caminaba con lentitud por la frías calles de tokyo,un cigarrillo estaba en su mano calentando su cuerpo con solo un inhalar y exhalar.

Lleva dos días en libertad por intento de asesinato,nadie fue a visitarlo en esos cinco años encerrado,ni siquiera una carta,era de esperarse ¿no?, El odio de baji.

Quiere decir que no le duele pero estaría mintiendo,su largo cabello que se movía con el frío viento no le afecta,sus ojos sin brillo alguno estaban llorosos pero su cara no tenía expresión alguna.

Con el tiempo dejo de sonreír pues su única felicidad se había ido de su lado,jamás odiaría a su keisuke después de todo el solo se quito de encima a alguien que solo le hacía daño.

Siguió caminando hasta que llegó a su casa,lo único bueno que le dejó el bastardo de su padre.Entro para luego dirigirse a su cuarto y acostarse en su cama.

Dirigió su mirada al tarro de pastillas que estaba por la mitad de su contenido.

Kazutora:Depresión Tsk y tal vez un poco suicida también,ir con la psicóloga  no me sirve de nada,no tengo a nadie o algo que me haga querer vivir.

Agarra la navaja que está encima de la mesita de noche y sin duda alguna se baja la manga de su chaqueta negra y se hace un corte por encima de los demás que ya estaban sanando,siente como la sangre brota de su muñeca ensuciando su cama.

Kazutora:¡¡mierda!! Con lo difícil que es sacar la sangre.

Con un suspiro agarra el tarro de pastillas y se traga diez de una sola vez sin atragantarse,le vale una mierda la vida y si se muere nadie va a llorar por el,no tiene de que preocuparse.

Siente sus párpados pesados así que los cierra,la oscuridad lo invade como el calor de una madre a su hijo.

Suelta su último suspiro mientras una leve sonrisa se forma en su bello rostro teniendo como última imagen la presencia de baji en su habitación mientras gritaba.

Kazutora pensaba que era una hermosa alucinación pero solo era la triste verdad de que keisuke había llegado unos minutos tarde para salvarlo de su oscuridad.