❛ Life Love « ✇ ุ๋ ⸱ sunsun

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Sunghoon descubrió un cierto cariño hacia las flores, le hacen recordar cuando las compró por primera vez para un chico que le habia robado un dia antes, el recuerdo siempre le hace sonreír, porque recibió un golpe gracias a su inocente acción. Es por eso que compra rosas cada que puede hacerlo, y las regala o simplemente las deja olvidadas, para muchos es un desperdicio de dinero, y lo es, pero a Sunghoon le gusta desperdiciar las cosas solo para traer a su mente los valiosos momentos. Teniendo 25 años y soltero no hay mucho en lo que pueda irse su dinero.

Las flores ese dia son incluso más hermosas que otras veces, tal vez porque Sunghoon está de buen humor o porque ahora sabe en que parte del mudo se encuentra Sunoo. La razón no le interesa, solo se concentra en sonreír mientras emprende camino fuera de la florería. Y estando tan concentrado tropieza con alguien quien le habla de inmediato.

-¡Park Sunghoon!- La chica es tan alegre que le aturde un momento. La enfoca, pero a su cabeza no llega ningún recuerdo de la mujer frente a él. -¿me recuerdas? - Esta tentado a negar, pero solo consigue sonreír. -Soy la niña a la que le regalaste un montón de dulces cuando te fuiste de la casa de tu abuela... por la que lloraste en el auto- Ella habla con alegría moviéndose con una curiosa mímica -Tu primer beso.

-Yuna.

La chica se ríe mostrando una radiante sonrisa. La recuerda, aunque ella narra las cosas de forma diferente a como Sunghoon las sintió. Yuna siempre fue una linda niña, delicada y femenina, los años pasaron y ella seguía siendo preciosa.

-¿recuerdas que saliste corriendo apenado? ¡eras tan pequeño! -Sunghoon sonríe y asiente. -Disculpa, quizás te estoy retrasando, es bueno volver a verte, tu madre sigue hablando a casa de la mía. Deberíamos salir juntos un día, bueno, si es que tu novia...

-Oh, no tengo novia. Las flores son... me gusta comprarlas- La sonrisa de Yuna no cambia, y Sunghoon tiene una pequeña esperanza. -Puedes quedártelas si quieres.

Ella las acepta con alegría. Sunghoon puede ver reflejada a la pequeña niña que tanto le desagradaba de pequeño, a la que odió por un tiempo y quien fue su primer beso. Sonríe, porque dejara que las cosas fluyan.

Prometen que se volverán a encontrar en algún momento, y Yuna le entrega su número telefónico. Esa misma noche Sunghoon decide hacer una llamada.

Y un año despues consigue casarse con quien fue su primer beso.