¡Papi quiero ser un vengador! Irondad-Spiderson

Capítulo 4

Habían pasado dos días y el orfanato volvía a ser como antes, era verano y no tenían muchas cosas que hacer. No solían preparar actividades para los niños, así que los gemelos y Peter pensaron que era el momento perfecto para gastar una broma y divertirse un poco.

Después de comer tenían una hora de siesta. Todos los niños se dormían, e incluso a veces también la directora. Era el momento perfecto para pensar en la broma sin que nadie se diera cuenta.
Los tres esperaron a que se durmiera la directora, cuando vieron que todos estaban dormidos salieron de la habitación sin hacer ruido y subieron a la buhardilla. No tenían permitido subir allí y por eso era el lugar perfecto para hablar sin que nadie se diera cuenta.

Solían reunirse allí cuando querían estar solos, pues podían usar sus poderes y jugar sin que nadie les dijera nada. Poco a poco habían subido sus cosas favoritas: algunos juguetes, cojines, libros para colorear... En la buhardilla se lo pasaban muy bien los tres juntos.

- Bueno, ya estamos aquí - dijo Wanda - ¿Tenéis alguna idea para una broma?

Peter solo negó moviendo su cabecita.

- No sé que broma podríamos hacer, - dijo Pietro - pero creo haber escuchado a la directora diciendo que dentro de poco vamos a hacer una excursión, mirad.

Y diciendo esto Pietro salió corriendo, bajo de la buhardilla, cogió la llave del despacho de la directora y entro a su despacho a coger unos papeles que tenía en la mesa. No tardó ni medio segundo en volver junto a los otros.

- Aquí está, - dijo sonriendo Pietro - vamos a ir de excursión a Central Park, y pasaremos el día allí.

- Otra vez, - suspiró Wanda- siempre vamos al mismo sitio, ojalá - pero se calló de golpe porque de repente estaban llamando a la puerta.

Todos, asustados, se miraron entre sí, hasta que Peter, con su sentido arácnido, dijo:

- No os preocupéis, es Skye.

Todos suspiraron aliviados y Pietro corrió a abrir la puerta.

- Hola chicos, ¿otra vez aquí? - dijo sonriendo Skye - ¿Os importa que me quede con vosotros? No podía dormir y decidí darme una vuelta cuando os escuché aquí.

- Claro, quédate - dijo Wanda mientras se movía hacia un lado del cojín para que también se sentara Skye.

- Estábamos pensando en gastar una broma, pero mira - dijo Pietro enseñándole el papel de la directora.

- Otra vez a Central Park, - Skye iba a decir algo más cuando se le ocurrió una gran idea - ¡Oh chicos¡ Se me ha ocurrido una cosa, aunque no sé si querréis, será arriesgado.

- Di di - dijo emocionado el pequeño Peter.

- Central Park está muy cerca de la Torre Stark, quizás... - empezó a decir Skye

- No no, - la interrumpió Wanda - no podemos hacer eso.

- ¿Por qué no? - insistió Skye - Nos lo pasaremos genial y la directora ni se dará cuenta.

- ¿Pero hacer el qué? - preguntó Pietro que no estaba entendiendo nada de lo que hablaban las chicas.

- ¡Podemos ir a ver la Torre Stark y a lo mejor vemos a algún Vengador! - exclamó emocionada Skye.

- ¡Yo me apunto! - dijo enseguida Peter.

- ¡Pero Peter! - exclamó asombrada Wanda - Tendríamos que alejarnos de la excursión sin que nadie se diera cuenta, llegar hasta la Torre Stark, esperar a que aparezca algún vengador y volver antes de que nadie note que nos hemos ido. Además, la directora es muy maniática, se dará cuenta enseguida, y seguro que no conseguimos ver a nadie. Nos van a regañar y no nos volverán a llevar a ninguna excursión.

- No te preocupes hermanita - dijo Pietro - seguro que la directora no se da cuenta y esto va a ser lo más guay que hemos hecho nunca.

- ¡Siii! - grito Peter poniendose de pie y corriendo alrededor de ellos - ¡Vamos a ver a los Vengadores! ¡Vamos a ver a Iron Man!

Al final Wanda, al ver tan emocionado a Peter, aceptó y dijo que lo intentarían, total, tampoco podían perder mucho... Además, en el fondo a ella también le emocionaba mucho la idea de poder ver a los Vengadores, su hermano era muy fan de Clint y por él y por Peter haría cualquier cosa.

La hora de la siesta acabó y bajaron a la habitación antes de que nadie se pudiera dar cuenta de que no estaban allí. Acordaron que está misma noche se volverían a ver allí para organizarlo todo, pues la excursión era al día siguiente.