¡Papi quiero ser un vengador! Irondad-Spiderson

Capítulo 6

Llevaban casi media hora en el autobús de camino a Central Park, dentro de poco llegarían. Iban a pasar toda la mañana allí, luego comerían en el parque y por la tarde volverían al orfanato.

Pietro y Skye estaban repasando su plan y pensaban en varias escusas por si les pillaban, o algún otro niño les veía, mientras intentaban escaparse y llegar a la Torre Stark. Pensaban irse lo más pronto posible hasta la Torre Stark para poder llegar a comer y que no se dieran cuenta de que no estaban. Ambos eran muy ingeniosos y traviesos y estaban seguros de que todo saldría bien, aún así estaban nerviosos y no paraban de repasar el plan por si acaso algo se les había escapado.

Wanda y Peter estaban sentados juntos en el autobús. Wanda iba escuchando música con sus auriculares, por el contrario, el pequeño Peter se había quedado dormido sobre el regazo de Wanda mientras ella le hacía pequeñas caricias en su cabecita.

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El autobús paró, ya habían llegado, todos los niños se empezaron a poner en pie listos para bajarse.

- Peter, ya hemos llegado, - le susurro Wanda - despierta pequeño.

- ¿Ya estamos? - preguntó Peter todavía dormido mientras bostezaba y estiraba sus bracitos - se me ha hecho muy corto el viaje.

- ¡Claro! - dijo Pietro riendo - Te has pasado el viaje durmiendo.

- Hemos estado repasando el plan, - dijo Skye - en cuanto bajemos del autobús tenemos que irnos, antes de que empiecen los juegos y todo eso.

- Tenemos que ir andando hasta una parada de autobús que hay aquí cerca, - explicó Pietro - allí cogeremos el autobús que nos dejará justo en frente de la Torre Stark.

- ¿Y cómo hacemos para que no nos vean irnos? - preguntó Peter, que aunque era el más pequeño, también pensaba en todo.

- Eso no será complicado, - dijo Wanda - por aquí pasa mucha gente, cuando veamos que nadie nos mira nos mezclamos entre la gente y nos vamos de aquí.

Todos asintieron. Los niños del autobús empezaron a bajarse, por suerte ellos cuatro estaban al fondo y cuando bajaran a la acera ya estaría llena de gente, por lo que sería más fácil irse sin que nadie notara que faltaban cuatro niños.

Los cuatro bajaron a la acera, Pietro el primero para indicarles por dónde ir. Peter agarró la mano de Wanda, tenía miedo a perderse entre toda esa gente que iba de un lado para otro.
Enseguida se mezclaron entre la multitud y se alejaron de sus compañeros para llegar hasta la parada del autobús.

No tuvieron que esperar mucho, pues enseguida llegó el autobús en el que tenían que subir.
Tenían algo de dinero ahorrado, pero muy poco, y cuando fueron a pagar el conductor les dijo que no era suficiente.

- Lo siento chicos - les dijo el conductor - lo que me estáis dando solo es para comprar el ticket de uno, no podéis montar los cuatro.

- Por favor señor, no tenemos más dinero - intentó explicarle Wanda - necesitamos montar en este autobús los cuatro, por favor déjenos montar.

- Sin pagar el dinero correspondiente no será posible - negó el conductor

- Por favor señor, - rogó Peter - déjenos montar.

Nadie su hubiera podido resistir ante la mirada de Peter, sin embargo, el conductor tenía un mal día y estaba algo enfadado, solo quería terminar su turno e irse a comer, no iba a dejar que cuatro enanos le complicaran la mañana.

- Chicos o me dais el dinero u os tendréis que bajar, hay gente esperando - siguió negando el conductor cada vez con menos paciencia - ¿Dónde están vuestros padres? Sois muy pequeños para ir solos.

Como no sabían que contestar a eso prefirieron bajarse, no iban a decir que se habían escapado o llamarían a la policía y todo su plan se perdería.

- No se preocupe, - dijo Wanda mientras cogía de la mano a Peter para bajarse del autobús - ya nos vamos.

Los cuatro estaban de nuevo en la parada, no sabían que hacer, pues no tenían dinero suficiente para montar en un autobús.

- Tengo una idea - dijo Pietro - yo podría llevaros uno por uno hasta la Torre, no tardaré nada.

- ¡Claro! - exclamó Wanda - ¡Por qué no se nos habrá ocurrido antes!