Capítulo 1

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Peter era un niño un tanto peculiar. Hace dos años su única familia con vida, sus dos tíos, fallecieron en un accidente de coche en el que él mismo casi no sale con vida. Había pasado mucho tiempo en el hospital recuperándose, y cuando por fin salió, de dió cuenta de su nueva realidad. Estaba solo, no tenía familia. Con tan solo tres añitos había quedado huérfano dos veces, cuando murieron sus padres hace ya bastante, y ahora con la muerte de sus tíos.
Peter acabó en un orfanato de la ciudad, no era muy grande, pocos niños vivían allí. Aún así echaba mucho de menos tener una familia. Él no era un niño muy sociable, todo lo contrario, era tímido y callado, sin embargo, las pocas personas que lo conocían bien sabían cómo era en realidad. Era un niño alegre, muy agradecido a pesar de lo que le había tocado vivir, y sobre todo era súper gracioso.
Dos de los pocos afortunados que le conocían bien eran Wanda y Pietro. Dos mellizos que habían vivido siempre en aquel orfanato. Ellos también eran especiales, quizás por eso se llevaban tan bien, porque se entendían a la perfección, los tres eran prácticamente como hermanos. Eran muy traviesos, sobre todo Pietro. Se pasaban el día haciendo travesuras. Aunque desde la muerte de sus tíos Peter se había vuelto más triste, esos dos hermanos le habían devuelto la alegría y hacían que los días fueran más llevaderos.

Pero aún así ni Peter, ni Wanda ni Pietro eran unos niños corrientes. Todo lo contrario, eran muy especiales.
Cuando aún vivían sus padres le ocurrió algo a Peter que cambió su vida para siempre. Estaba jugando al escondite en un parque cuando de repente, de entre las hierbas en las que se escondía, salió una araña. La araña fue a parar a la mano de Peter, y para bien o para mal la araña le picó. Esa araña estaba modificada genéticamente y desde entonces Peter también. Ese día Peter adquirió nuevas habilidades, como reflejos, súper fuerza, rapidez... Y sin quererlo ni saberlo ese día se convirtió en Spiderman.
Wanda y Pietro también tenían sus "habilidades". Cuando eran muy pequeños hicieron experimentos con ellos que activaron poderes especiales en ellos. Wanda podía controlar la Magia Caótica y Pietro tenía súper velocidad. Formaban un par de lo más revoltoso e inquieto.

Los tres formaban un trío inseparable, no paraban de hacer travesuras y gracias a sus poderes pocas veces les pillaban. Se lo pasaban muy bien, eran los más traviesos.

Aún así cada uno tenía una personalidad muy diferente. Peter era tímido, muy curioso y le encantaba investigar. Podía pasarse horas siguiendo a una hormiguita tan solo observando lo que hacía, o leyendo mil libros con los que se olvidaba completamente del mundo exterior, también le encantaba construir cosas, le apasionaba la robótica, cuando no estaba con los mellizos se pasaba las tardes montando legos.
Wanda era la más tranquila de los tres, aunque no por ello menos traviesa, todo lo contrario, pues solía ser ella la que pensaba las travesuras mientras que su hermano y Peter las llevaban a cabo. Wanda era muy simpática, caí bien a todos, era alegre y pasara lo que pasara siempre buscaba el lado positivo de las cosas. Era muy inteligente, no se le escapaba una, además tenía una memoria prodigiosa. Se acordaba siempre del más mínimo detalle y de las palabras exactas en una conversación, algo verdaderamente sorprendente.
Pietro, aunque no lo pareciera, era muy diferente a su hermana melliza. También era muy alegre, pero era súper inquieto, no paraba nunca. Caía bien a todos, sobre todo por la facilidad que tenía para hacer reír a cualquiera, animaba a todos en los días tristes, siempre se ponía en el lugar de los demás y daría cualquier cosa por ayudar al que lo necesitara.

Actualmente los mellizos tenían siete añitos y Peter cinco. Los tres valían mucho, más de lo que pensaban, eran verdaderamente excepcionales.

¡Papi quiero ser un vengador!  Irondad-SpidersonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora