Todo Por Ella.

35.

Siento unas punzadas en mi vientre y abro poco a poco los ojos. Un dolor se cruza en mi cabeza cuando me levanto rápidamente para ir al baño.

—Dios, mío. Así que era esto— digo cuando me siento en el retrete, empiezo a hacer mis necesidades y el dolor en mi vientre desvanece.

Dios sabrá cuánto tiempo tendrás sin ir al baño.

Salgo del baño y me tiro de nuevo en la cama, doy un gritito cuando veo a Carlos mirándome desde el escritorio.

—¿Qué pasó? — pregunté.

Él estaba apoyado al escritorio, tenia una franela blanca y un short negro que le llegaba por las rodillas. Sus tatuados brazos estaban entrecruzados.

—¿Sabías que yo fuí quien te salvó cuando estabas tirada en el piso, insconciente?

Mis cejas se levantan por la sorpresa.

—¿Qué? ¿Enserio?

Él asiente.

—Sí. Y aunque tuvieras un montón de sangre encima y casi desangrándote te veías hermosa.

—¿Gracias?

Él ríe.

Si me hubieran dicho antes que iba a hacerme amiga de Carlos les hubiera dicho que estaban locos.

Cuando por fin conoces a una persona, te das cuenta de lo diferente que es a cómo tú pensaste que era.

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Bajo las escaleras, Carlos me ayuda a bajar. Los chicos estan en la sala y al verme abren los ojos en sorpresa.

—¿Qué estás haciendo aquí? —Danika mira a Allek— ¿Qué hace ella aquí? ¿Porqué...?

—Yo la saqué de allí. — dice Carlos. Danika me mira de arriba a abajo y yo le doy una mala mirada.

—Al menos ten un poco de consideración que fui yo quien  te salvó la vida mientras los demás se fueron a no sé dónde— Hablé. Danika enarcó una ceja.

—Tú no me salvaste. Yo me salvé sola.

Bufé.

—¿Ah, sí? ¿Y también te salvaste sola cuando él te estaba ahorcando? ¿Él también te golpeó cómo a mí, por ayudarte? Eres una bipolar. Tal vez tengamos problemas personales, pero eso no significa que no deba salvarte. Y si no lo entiendes y ahora estás en mi contra por ello, eso no habla muy bien de tí.

Ella ladeó la cabeza.

—Yo no...

—Por favor, ya cállate. Fue un error venir. Quería tener paz y comer tranquila pero ahora veo que aquí habrá todo tipo de ambiente menos tranquilidad. Carlos, ayúdame a subir. Por favor.

—Está bien— dijo él. Los chicos no decían nada.

—Jenny...— escuché la voz de Harry.

—Y tú... ¿Enserio dejaste de verme sólo porque ella te lo dijo? ¿Qué es ella de tí, Harry? Yo soy tu hermana. Se supone que tenías que cuidarme. Pero ahora veo el tipo de persona que eres.— miro a los chicos—  Casi me rompí un brazo para ayudar a Danika, tengo todo mi cuerpo lleno de moretones y raspones. Y ni hablar de mi cara. Y así... Así es cómo me pagan. No sé qué les esté haciendo ella — señalé a Danika — pero ustedes no son así.

Caminé y traté de subir las escaleras, con Carlos ayudándome.

—Tal vez nunca nos conociste en realidad. — Habló Allek por primera vez. Me detengo— Apenas y tenemos algunos meses de conocernos, pero Danika nos conoce desde pequeños y es nuestro deber cuidarla.