Haikyuu One Shots

Pedido 1

Kuroo Tetsuro

Me miro fijamente al espejo y doy una amplia bocanada de aire, dispuesta a calzarme y bajar al salón. No quería ir a una escuela nueva, me gustaba a la que iba, pero a mi padre le pareció una genial idea ir al centro donde el abuelo Nekomata es el entrenador de vóley. Además, no me gusta jugarlo, soy gafe con las pelotas, todas impactan en mi cara. 

--Lucy, vas a llegar tarde. Y sabes que no es de buena educación llegar tarde, esto no es España hija, tienes que acostumbrarte. --Dice mamá mientras sonríe un poco forzadamente. 

Todos hemos tenido que adaptarnos muy rápido y no está siendo fácil, papá es muy exigente y mamá demasiado buena. Yo solo quiero que el ambiente familiar se sienta en paz, bastantes gritos teníamos en España. La vuelta a Japón ha sido sanadora, echábamos de menos a nuestra familia natal. Sobre todo a los abuelos Nekomata. 

--¡Pero mira como te has maquillado! ¿No es mucho eyeliner? ¿Y labial rojo? 

--Me gusta el rojo mamá, además hace conjunto con la chaqueta de mi nuevo uniforme. Voy maquillada como siempre. 

--Bueno, tú baja ya, el abuelo te está esperando. 

Asiento varias veces con mi cabeza mientras cojo mi mochila. Bajo las escaleras y me encuentro con mi adorable abuelo. 

--Aquí tenemos a la belleza de la familia. --Dice mi abuelo con una amplia sonrisa para después dirigirse a mi padre. --Ya están todos los papeles arreglados. Ahora es la nueva administradora del equipo de vóley. 

Abro mis ojos de par en par mirando a mi familia. 

--¿Por qué no sabía nada de eso? 

--Las escuelas en Japón son muy diferentes, aquí es muy importante pertenecer a un club en la adolescencia, percutirá en la nota final muy a tu favor. --Como siempre papá mirando por el bienestar futuro. --No tienes que jugarlo, el abuelo te dirá lo que tienes que hacer. 

Si esta chorrada de administradora de un club deportivo repercute a mi favor no tengo el por qué negarme, encima, no tengo por que jugarlo. 

--Perfecto pues, vámonos abuelo. 

--Que bien hija mía, ahora tendremos más tiempo para estar juntos. 

No podía evitar amar a mi abuelo por encima de todas las cosas, si es que me trata como una princesa. Aprovechamos el viaje de ida a clase para hablar de mi estancia en España, no le hizo mucha gracia que me hiciera dos tatuajes con solo 17 años, pero después de decirle que allí es muy común ver a jóvenes de 16 con tatuajes pareció tranquilizarse. 

Llegamos al centro y dentro mi abuelo me dice que vaya a recepción y coja la hoja con el horario y me diga cual es mi aula. Me despido de él, dándome cuenta de que un grupo de chicos se nos han quedado mirando un poco alucinados. 
Claro, aquí mi abuelo debe de ser un duro y disciplinado entrenador de vóley y ver a una estudiante abrazar a un señor puede parecer confusión. 

(...) 

La chica se marchó a clase con el horario y el nombre del aula. Llamó un par de veces a la puerta, cuando entró toda la clase se quedó en silencio total. 

La profesora cogió la hoja que tenía sobre la mesa con rapidez y se dirigió a mi. 

--Tú debes de ser Lucy Ito. Bienvenida. Por favor, el delegado de clase que levante la mano. 

Un chico de cabellos rubios teñidos levantó la mano con timidez. 

--Bien, siéntate a su lado. Kenma Kozune es un excelente alumno, Kenma, ¿puedes compartir tu libro hasta que tu compañera los recoja más tarde?