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Kenma Kozune

--Bueno, ¿qué me dices? --Su voz me dejó paralizado por un minuto, hasta que el toque de Kuroo me hizo reaccionar. 

--¡No la tengas esperando! Es una chica linda, dile que sí, estúpido. 

No quería aceptar del todo aquella propuesta, a penas la conocía. 

Era Lucy Ito, la nueva estudiante extranjera, mitad Española mitad Japonesa. 

Por su dulce y exótico rostro, la hace una chica muy guapa a la par que interesante. Pero nunca he ido a una cita, y no voy a negarlo. Esto no es como un videojuego donde puedes volver atrás si fallas en alguna respuesta. No hay un patrón definido, simplemente sucede y me aterra la idea de fallar. 

--Vale. --Dije sin más. 

--¡Genial! --Exclama con una radiante sonrisa. 

¿Por qué me lo pidió a mi y no a Kuroo? 

--Pues... ¿nos vemos después de clase? --Preguntó con cierta euforia. 

--Está bien. --Me mantuve inexpresivo en todo momento, pero cuando la divisé marcharse con una dulce sonrisa anclada a su rostro se me hizo inevitable no ruborizarme. 

Kuroo golpeó mi hombro con una pícara sonrisa anclada a su rostro. 

--Estoy muy orgulloso de ti, no la pifies eh. 

--Kuroo... ¿Qué se hace en una cita? 


(...) 


Faltaban minutos para reunirme con Lucy-Senpai y no me sentía tan tranquilo como antes. Kuroo me había dicho muchos consejos, pero para que nos vamos a engañar, eran todos una mierda, y demasiado clichés. 

No confío demasiado en el azar, pero tampoco me desagrada la idea de al menos intentarlo. 

Cuando salí para la entrada del instituto la esperé por escasos minutos hasta que escuché sus andares y giré mi rostro. 

Caminaba tranquilamente con la mirada bien alta, cuando me encontró aleteó sus manos de una forma demasiado tierna. Lucy se acercó y cuando estuvo a mi lado sonrió. 

--¿Qué te apetece hacer? --Preguntó. 

No sabía que responderle a eso. Lo que me apetecía era irme a mi casa y jugar con mi Switch. Lucy empezó a rebuscar en su mochila, y me sorprendió ver lo que sacó. 

--Si quieres podemos jugar. He visto varias veces como juegas en los pasillos y me pareció buena idea jugar juntos. 

Su confesión me dejó perplejo. Nunca me había salido tan bien ninguna jugada. 

--¡S-si! Claro. 

--Guay, vamos a ese parque. --Asentí varias veces con mi cabeza para empezar a caminar en dirección al parque. 

Llegamos y ambos nos sentamos en la hierba, ella pone su chaqueta a modo de mantel y saca varios sándwiches. Lucy había pensado en todo. 

Realmente lo tenía planeado, y le estaba saliendo de maravilla. 

--¿Te gusta el atún? 

--Sí, me gusta. 

--Genial, toma. 

Lucy me tendió uno y yo lo acepté con gusto. Ni si quiera sé como está saliendo tan bien todo, ni si quiera estaba haciendo nada, pero estaba yendo sobre ruedas. Lucy era muy divertida y bastante inteligente a la vez. Me comentó que estaba pensando en ser una manager del Nekoma. La animé con la idea y ella parecía bastante contenta por ello. 

Ahora que la conozco un poco más, me arrepiento no haberla conocido antes. Nos pusimos a jugar a la Switch y era bastante buena, jugamos al Animal Crossing New Horizons como por dos horas y aunque no sea muy fan del juego fue bastante entretenido jugar con ella. 


(...)


Como esa cita, tuvimos otras tres parecidas. Incluso fui a su casa a jugar videojuegos. Nuestra amistad había avanzado mucho, y con ella afloraban sentimientos que en un principio, no estaban para nada planeados. Pero la idea de volver a verla hacía que mi corazón se acelerar rápidamente. 

Hemos vuelto a quedar en el parque donde fuimos la primera vez, Lucy insistió en ello y yo acepté al instante. Era un parque tranquilo y muy bonito. Ella parecía alterada, como emocionada y no sabía el por que. Íbamos a hacer lo de siempre, comer y jugar videojuegos. 

Me senté a su lado y cuando ella sacó la consola y se sumergió en su juego en total plenitud. 

Me extrañe al instante ya que siempre solía ofrecerme una partida. No puedo evitar preocuparme por si le había sucedido algo, estaba extrañamente callada. 

--Lucy-Senpai, ¿estás bien? --Pregunté. 

Lucy alzó su mirada y me sonrojé al instante. Sus ojos eran grandes y expresaban todo con ellos. 

--Kenma. --Lucy dejó su consola a un lado y volvió a mirarme. 

Su pierna temblaba con sutileza y parecía más nerviosa que antes. 

Lucy cogió mis manos y tiró fuerte de ellas. 

Caí demasiado cerca de su rostro si no hubiera puesto mues brazos al rededor de su cabeza

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Caí demasiado cerca de su rostro si no hubiera puesto mues brazos al rededor de su cabeza. Varios mechones de mi cabello rozaban sus mejillas y esa imagen se guardó en mi rostro para siempre. Sus ojos estaban entrecerrados, las mejillas teñidas de un tierno rubor y sus labios; mordió su labio inferior para después colocar sus manos al rededor de mi cuello y tirar más hacia su rostro. 

Mis labios impactaron con los suyos de una forma imprevista, pero dulce. Lucy besaba mis labios con una sutileza infinita. No podía separarme, no por su agarre, no quería separarme. 

--¿Está bien? --Pregunta en un hilo de voz y yo la miro con una pequeña sonrisa durante escasos segundos. 

--Sí, está bien. 

Volvió a besar mis labios con esa dulzura que solo ella podría tener. 

Ni si quiera sé como he llegado a este punto, pero quizás empiece a confiar más en el azar a partir de ahora. 

Haikyuu One ShotsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora