Hinata Shoyo
Termino de atarme los cordones y centro la mirada en mi amigo, Shoyo. Me pongo en posición para recibir la pelota, pero impacta de mala manera en mi antebrazo. Suelto un pequeño gruñido de frustración y desvío la mirada.
--Lucy-Chan, ¿qué te ocurre? estás recibiendo muy mal mis pases. --Dice Hinata calmado, pero puedo notar cierta frustración en sus palabras.
--Eso es por que tus pases son malos. --Replica Kageyama a lo que yo esbozo una pequeña sonrisa. Éstos dos siempre están igual.
--Me duelen los brazos. --Me quejo para después sentarme en el suelo, segundos después siento la presencia de Hinata justo a mi lado. Empiezo a quitar las vendas de mi ante brazo y aparecen unos pequeños hematomas por la zona superior del brazo y cerca de la muñeca. --Oh no...
--¡Lucy-Chan! --Exclama Hinata. Quito del todo las vendas y puedo divisar hasta sangre. --¿Has estado entrenando de más?
--Dios, siento que voy a vomitar. --Digo con una mueca de asco. Alzo la mirada y diviso como varios miembros del equipo se acercan a nosotros con un semblante preocupado.
--¿Te acompaño a la enfermería? --Dice Sugawara poniéndose a mi lado.
Alzo la mirada y diviso la suya, esbozo una pequeña sonrisa como respuesta y justo cuando estoy a punto de contestarle me veo interrumpida.
--¡Yo la acompañaré! --Exclama Hinata cogiéndome de la muñeca. Yo alzo la mirada y clavo mi mirada con la suya.
Sus ojos color otoño me atraparon casi al instante y por varios segundos me veo incapaz de contestar.
--Vamos entonces. --Me levanto del suelo y junto a Hinata ambos nos vamos a la enfermería.
Giro mi cabeza y diviso a mi mejor amigo, Suga, con los pulgares levantados dándome ánimos. Frunzo el ceño y le fulmino con la mirada, si no era más discreto iba a desmantelar mi plan, y eso no debe pasar.
¿Por qué ha hecho eso?
Desde que llegué y me presenté a ellos Hinata y yo siempre tuvimos esa conexión especial. Nos entendíamos solo con la mirada y nuestras sonrisas ya decían muchas cosas, pero Shoyo está demasiado centrado en el volley como para darse cuenta de mis sentimientos, que lo entiendo, es su pasión.
Hinata y yo caminamos a paso lento hasta la enfermería.
--¿Cómo vas en el equipo? --Vuelvo a centrar mi visión solo en Hinata.
--Las chicas son geniales, pero me gusta más practicar con vosotros. --Esbozo una vivaz sonrisa.
--Sí, pero mira como tienes los brazos... --Por su mirada parece bastante preocupado.
Hinata abre la puerta de la enfermería y me siento en la camilla. Hinata coge el botiquín y saca unas vendas nuevas. Yo muevo los pies como una niña, ya que por mi altura no puedo tocar el suelo. Shoyo alza la mirada y ambos creamos un contacto visual exquisito. Sus mejillas levemente sonrojadas, labios entreabiertos y respiración pesada. Sin ni si quiera quererlo, el ambiente se hace más sugerente.
Hinata era el chico más tierno y divertido que había conocido nunca, siempre he estado rodeada de machitos y toparme con Hinata ha sido como una bendición. Tan bueno, tan real. Es lo que siempre he querido.
--No es para tanto. Cuando estaba en España y patinaba tenías que ver mis rodillas. Parecían coladores.
Hinata hace el ademán de soltar una risa, pero se calla por el respeto hacia mi cuerpo dañado. Yo pongo mi mano sobre su cabellera y revuelvo su cabello con afecto.
--L-Lucy-Chan. --Hinata, cabizbajo, pone sus manos sobre mis hombros. --Tienes que cuidarte más. No quiero que te lastimes.
--Lo hago, pero que quieres que haga si soy tan torpe. --Replico con un pequeño puchero.
--¡Pero estás llena de hematomas!
Ahora soy yo quien coge a Hinata por los hombros y hago que me mire. Hinata se queda sin habla durante escasos segundos. Después prosigue a vendar mis brazos y luego ponerme una pomada para el dolor.
--Estoy bien. --Digo con una dulce sonrisa. --Eres un gran enfermero.
Por el rabillo del ojo, diviso como las mejillas de mi amigo se tiñen de un rojo intenso. Yo me quedo prendida de su mirada y no lo oculto, una tierna sonrisa asoma por mis labios y me siento demasiado tentada a cogerle de la camiseta y estampar mis labios contra los suyos.
Pero, ¿qué pensaría el?
--Lucy-Chan, eres muy linda cuando miras así.
Me pongo sobre mis rodillas en la camilla y tiendo mi cuerpo al frente, quedando ambos bastante cerca.
--Así que... ¿soy linda?
Hinata me mira con sorpresa, pero su sonrojo no cesa y eso hace que mi sonrisa sea más evidente.
--¡S-Sí!
--Shoyo. --Susurro muy cerca de su rostro, tan cerca que puedo notar su bello erizarse ante mi suave toque.
Hinata cierra los ojos y yo me relamo los labios con suavidad para después impactar mis labios contra los suyos con una determinación dulce y delicada.
Pongo mi mano sobre la suya mientras continúo con nuestro beso. Segundos más tarde me veo obligada a separarme por la falta de aire. Shoyo sigue con los ojos cerrados, se ve tan jodidamente tierno.
--L-Lucy-Chan... ¿acabas de besarme? --Pregunta con un rubor más evidente. Mi corazón palpita con fuerza ante tal escena.
--Acabamos de besarnos, Shoyo. --Esbozo una tierna y sincera sonrisa.
--¡Eso ha sido como... woah! ¿Puedes volver a hacerlo? --Suelto una pequeña carcajada ante sus graciosas expresiones.
Me bajo de la camilla y me quedo justo delante de él. Doy gracias de que Shoyo tenga la altura perfecta para besar y abrazar, ya que ambos no somos muy altos.
--Puedo hacerlo las veces que quieras. --Digo en un hilo de voz.
Shoyo aproxima su rostro de nuevo al mío y yo me dejo llevar por sus labios.
Tan dulces y tiernos como lo era él.

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Haikyuu One Shots
Fiksi PenggemarOne Shots de todo tipo ✨ Pedidos abiertos [Lenguaje explícito y contenido adulto.] No es yaoi.