Me levanto de la cama, me dirijo al baño, noto las ojeras de la noche que pase buscando y pensando en Mónica, otra día más que no la he encontrado, otro día más para intentar volver a verla, me detallo en el reflejo del espejo, todo el vello que cubre mi pecho, mi barba un poco desaliñada, comienzo a tener arrugas y canas, y por si fuera poco, mi hermana tenía razón, he aumentado unos kilos... Quizás deba volver al gimnasio.
Suena el teléfono, un número desconocido me deja un mensaje:
"Yo sé que quieres encontrarla, ve al parque central a la 1:30pm hoy, hablamos y veremos si eres digno de volver a verla.
Posdata: No respondas este mensaje, estaré sentada en el banco que está cerca de la cafetería con un vestido color café."
¿Acaso estoy soñando? ¿Quién será? ¿Cómo sabe de mí? ¿Y... cómo tiene mi número?
Bueno, será mejor que me apresure, iré justo después de la reunión para hablar con este personaje misterioso.
————————————————————————
- Y bueno señores, esto ha sido todo, cuento con ustedes para este nuevo proyecto?
- Será un honor trabajar con usted señor Julián, hemos escuchado maravillas de usted y no dudamos que este proyecto irá directo al éxito, quizás me preocupa un poco sus ganas de arriesgar tanto en algunos recursos, pero estamos en buenas manos.
- Muchas gracias señor César, todo irá acorde al plan.
- Perfecto, hasta luego.
- Nos vemos.
Miro el reloj, se acerca la hora, debo correr para el parque, habrá mucho tráfico, será mejor que camine para llegar lo más puntual posible.
Espero no se haya ido, intento caminar lo más rápido que puedo, llegaré un poco tarde, por favor que siga allí...
Miro a todos lados, estoy un poco desesperado, siento que me tocan el hombro, me volteo y es ella, es ¡Mónica!
- Hola, disculpe, buscaba algo o a alguien?
- ¡Mónica! Estás aquí, ¿Cómo? Al fin, te encuentro, bueno tú me encontraste, que nervioso estoy, no sabía que te vería hoy, ni siquiera me afeite la barba, bueno me la arreglé un poco...
Antes de que siga hablando, coloca su dedo en mis labios, me hace un gesto de que me calme y respire, y su sutil y hermosa sonrisa sale a relucir.
- Lo siento, es que, te he extrañado...
- Lo sé, Julieth cuando llamó al hotel, le dijeron que habías ido un par de veces preguntando por mí...
- ¿Me escribiste tú? ¿O ella?
- Ella, yo leí el mensaje, y le dije que vendría, que quería verte y hablar contigo.
Se siente reconfortante que quiera verme, aunque preocupante el no sabe de que quiere hablar.
- Y... ¿De qué querías hablar?
- Julián eres un chico muy bueno, debes buscar una chica así de buena como tú, no enfocarte en este desastre.
La miro a los ojos, comienzan a humedecerse, paso mi mano por el borde de su rostro delicadamente y acaricio un poco la barbilla mientras se la subo un poco hacia mi.
- Mónica, sino creyera que eres una mujer espectacular, no me hubiera tomado ni el más mínimo segundo en buscarte, y ya llevo más de un mes yendo al hotel, al bar donde nos conocimos, y a todo lugar de la ciudad que se me ocurra.
De sus ojos brotan unas lágrimas sin esfuerzo, se sienta en el banco, y sin mirarme comienza a hablar.
- Julián, mis padres lo han sido todo para mí, y pequeña recuerdo que una vez, mi padre le gritó a mi madre que era una puta y que nunca se merecería el amor de nadie, ni siquiera el mío, ella quedó devastada... Al tiempo, un par de años después, conoció a un hombre bastante bueno y apuesto, la trataba muy bien y se veía muy enamorado de ella, en ese momento las dos estábamos saliendo con un chico, incluso tuvimos citas dobles, y un día a días de su boda, ese mismo hombre le dijo que la amaba, pero que no soportaba que ella se hubiera cortado el cabello antes de su compromiso, y sólo por eso, canceló la boda, y como excusa dijo que mi madre era una superficial, que no valía para nada...
Hace una pequeña pausa, más lágrimas salen de sus ojos entristecidos.
- En varias ocasiones la escuchaba decir que ella era valiosa, que ella merecía amarse y ser amada, la escuchaba mientras se veía al espejo y al mismo tiempo decía que odiaba cada espacio de su piel, el día de la boda estaba tan devastada que cuando le lleve el desayuno, su cuchara se me cayó, y al recogerla, me dice que soy una inútil y que si así me ponía para que me pagaran por puta. Yo solo le dejé el desayuno, recogí mis cosas y me fuí.
- Mónica yo...
- No lo sientas, no es tu culpa, y nunca lo será, y te cuento esto porque jamás seré capaz de amarme Julián, y soy lo que ves, una chica que se cree inteligente y astuta, pero que al final solo es un cuerpo para penetrar, algo que hago muy bien, y tú eres testigo.
- Mónica, ¿Cómo lo remedio? ¿Cómo te demuestro que yo quiero que estés a mi lado por quién eres?
- Ese es el detalle, no puedes, no puedes mientras yo no quiera...