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Recosto su espalda en aquella pared. Miro sus manos, sangre. Mientras no paraba de pensar: “Es por el”.
Estaba cuerdo? La verdad ni el lo sabía. Soltó un suspiro de cansancio, estaba cansado de tanto correr, para que no lo vean manchado de sangre.
Odiaba matar a sus rivales, tanto como odiaba a sus rivales. Todo era por el. . .
Cerro sus ojos y una sonrisa boba se formó en su boca con un leve sonrojo.
“Argentina”. El era tan perfecto, su piel suave y frágil como la porcelana, sus ojos de un dorado como el sol. Y no solo su físico! También le gustaba o mejor dicho le encantaba su personalidad.
“Tuyo, Tuyo. . .”
El pensamiento de su amado lo tenía embobado, pensando en aquel latino. . .
Su sonrojo se aumento, sus ojos ahora abiertos miraban al cielo.
Pero el ruido de su cuchillo con sangre cayendo al suelo lo saco de sus pensamientos.
— hug!—
Soltó un leve quejido del susto provocado. Dió un leve bufido, tomo su cuchillo y se fue de allí, a paso rápido. Rogando por qué nadie le vea.
“Luna de miel.”
Salió del baño y cerró la puerta detrás de el. Choco su espalda contra la puerta, mientras tenía su mirada fija en la nada misma.
—Argentina. . .—
Alcanzo a decir el ruso, mientras que en está vez su mirada estaba fija en una foto de este mismo.
—Rusia! Ya estás en casa cariño?—
Le pregunto su madre al otro lado de la puerta.
Mientras que Russia. . .el simplemente bugo, no veía la hora de poder cumplir 19, así podría largarse de esa casa y no ver nunca más a esa maldita perra.
— si estoy en casa madre!.— exclamó de malas el ruso, mientras tiraba la tuya que tenía aferrada a su cintura.
—Oh, me alegro hijo! Y como te fue en la casa de usa mi amor?—
—Te importa? Oh cierto, disculpa, había olvidado que nunca te importe maldita perra!—
—Russia! No le hables así a tu madre! Yo te di a luz y-!—
