-- shhhhhhhh -- le contesto la serpiente sacándole la lengua, provocando ternura en el albiceleste.
-- Quieres ser mi amigo? --
-- shhhhh -- lentamente la serpiente empezó a subir, para luego terminar en el hombro del latino.
-- Ahora guarda silencio, te voy a esconder en mi mochila y luego vamos a mi casa. Okey? --
-- Shhhhhhhh. --
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-- Adios Japón! -- Argentina habrio la puerta de su casa, Mientras se despedia de la japonesa. Al terminar de abrirla se dirijio a la cosina, encontrandose con una nota de su madre que decía así:
Querido hijo, yo y tu madre nos fuimos a una gran fiesta del trabajo de tu madre, Te deje comida en la eladera. ¡NO ENTRES A MI CUARTO!
Con amor: mama C.A ( Confederación Argentina )
Pd: En la alasena está la comida del gato.
Argentina solto un bufido, ya sabia lo que significaba...siempre le pasaba lo mismo. Sus madres se iban a una "fiesta" para pasarla bien, ho mejor dicho cojer.
-- Bueno serpiente, solo somos tu y yo, quieres com-- el Argentino dirijo su mirada a su mochila dónde minutos antes estaba chile. Para notar que el no estaba. Luego miro en dirección a su cosina y pudo ver a su serpiente comiéndose un chile.
-- Con que te gustan los chiles he? Mmm....ya se! Te llamaré chile! -- grito el Argentino, captando la atención de chile. Para que luego este le contesté "shhhh" mientras saca su lengua.
-- Si,si, yo también pienso lo mismo chile.....pero bueno! Ven! Vamos a mi cuarto! -- Argentina subio las escaleras siendo seguido por la serpiente, para luego volver a vajar rápido y volver a subir con una bandeja en la mano.
-- Oye chile, tienes un rajuñion. Quieres que te cure? -- chile respondio un "shhhh" mientras se corría para poder dejar curarse ante el Argentino.
-- Okey, esperame un cachito -- el Argentino se agacho y saco debajo de su cama un botiquín, para luego ponerlo ensima de esta y empezar a curar a chile.
Pasaron los minutos y Argentina ya estaba vendado el pecho.
-- Y.....¡Listo! Ya terminé! -- chile dió una vuelta en la cama indicandole que le agradecía. Para luego recostarse en las piernas de su nuevo dueño.
-- Ho~ mi lindo chile. -- lentamente el Argentino se quedó dormido junto al chileno.
