Lucha Infernal

20 2 0
                                    

Gretel, con un rugido infernal, exclamó:

—Eres la primera en hacer que despierte todo mi poder. Mi cuerpo arde como un sol abrasador. ¡Sentirás el fuego del mismo infierno!

El gigante, envuelto en un resplandor carmesí, golpeó el suelo con ambos puños, desencadenando una onda expansiva de fuego que se extendió con una velocidad implacable hacia la mutante y los indefensos pueblerinos.

N 13, con una expresión decidida, conjuró una barrera mágica. Cuando los poderes chocaron, el estruendo fue ensordecedor, y un viento huracanado se desató, arrastrando todo a su paso.

—¡Qué increíble poder poseen! —exclamó Nisha, su rostro pálido, una gota de sudor descendiendo lentamente por su mejilla mientras la desesperación y el miedo se reflejaban en sus ojos.

—Grrrr, ¡Espero que tu amiga no pierda esta pelea! —gruñó Balederik, su preocupación evidente.

Wayland, con una mirada de fascinación, observó:

—Tiene un poder mágico impresionante. Ahora entiendo por qué fue capaz de devorar a las hermanas de Shirke. Es verdaderamente interesante.

N 13, con un tono sombrío, gritó:

—¡No permitiré que te acerques!

Con un movimiento fluido, la hermosa rubia desató todo su poder para desmantelar la onda expansiva. Sin embargo, el gigante rojo, desafiando su resistencia, lanzó bolas de magma desde su enorme boca. N 13, armada con una espada que José le había confiado antes de su viaje, transformó su brazo derecho en un arma con un ojo inquietante en su base, su aspecto casi biomecánico.

Gretel, con una risa cruel, se mofó:

—Jajajaja, ¿crees que con ese cuchillo podrías acabar conmigo? ¡Patético! No tienes idea de lo que soy capaz, niña estúpida.

A medida que el gigante disparaba bolas de magma a una velocidad aterradora, N 13 esquivaba los ataques con una agilidad sobrenatural. Cuando Gretel aumentó la intensidad de su ofensiva, la mutante se vio obligada a contraatacar. La hoja de su espada cortaba las bolas de magma con una precisión mortal, mientras ella corría alrededor del gigante con una velocidad sobrehumana.

—Vaya, esa mujer tiene una velocidad excepcional —comentó Wayland, intrigado—. Parece que los rumores son ciertos. Aún no ha desarrollado todo su poder, pero al menos el sacrificio de Arcadia ha servido para algo.

—¡Vamos, tú puedes! —animó Nisha, con una mezcla de esperanza y desesperación—. ¡Acaba con esa bestia!

Gretel, visiblemente inquieto, pensó:

—Esto no está bien. Su velocidad es abrumadora, ¡Estoy en problemas!

N 13, acercándose sigilosamente al monstruo, saltó con determinación para atacar su cuello con su espada. Gretel, bloqueando el golpe con su brazo, comentó:

—Debo admitir que eres rápida, pero no será fácil cortarme con tu arma.

El gigante, furioso, propinó un puñetazo devastador que lanzó a la chica hacia el suelo, creando un enorme cráter en el suelo.

V, con un tono impaciente, rugió:

—¡Deja de jugar con tu presa! ¡Acaba con él de una vez y devora su carne!

N 13, con una mueca de desdén, respondió:

—Como si te hiciera caso, ya estoy cansada de ti. No aportas nada.

V, con un toque de resentimiento, replicó:

—Si no fuera por mí, ni siquiera tendrías poderes.

N 13, desestimando sus palabras, murmuró:

Mutant Queen: InquisiciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora