Tentación

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La joven amazona invocó un cristal que comenzó a emitir una luz tenue en el sombrío y vasto lugar, revelando la magnitud del espacio que se extendía más allá de lo que sus ojos podían abarcar.

—Recuerdo este lugar con claridad —dijo Nisha, su voz cargada de nostalgia. —Es el sitio donde llegó la expedición.

—Se parece mucho al lugar donde desperté —comentó N 13, la sorpresa en sus ojos reflejando el resplandor del cristal.

De repente, una chispa de electricidad se encendió, devolviendo una luminiscencia fugaz al lugar. Ambas se pusieron en guardia, la tensión palpable en el aire.

—¿Encendiste la planta de poder? —preguntó N 13, su tono cargado de preocupación.

—No, no tuve tiempo —respondió Nisha, el miedo evidente en su voz. —La criatura nos atacó antes de que pudiera hacerlo.

—Esto no me gusta nada —murmuró N 13, su mirada oscura y decidida—. Pero es mejor que empecemos a investigar y salir de aquí rápidamente. No nos queda mucho tiempo.

—De acuerdo —aceptó Nisha, su corazón latiendo con fuerza.

La mutante se sintió atraída por algo en una de las cápsulas, y al despejar la capa de polvo que la cubría, descubrió el cuerpo momificado de una Mutant Queen. Su rostro se contorsionó en una mezcla de ira y tristeza mientras apoyaba su frente contra el cristal de la cápsula.

—Lamento que hayas tenido que acabar así, hermana mía —susurró N 13, sus palabras impregnadas de una profunda pena.

—¿Ocurre algo? —inquirió Nisha, acercándose a ella.

—Ven a ver esto —pidió N 13, su voz temblando con emoción reprimida.

Nisha se aproximó y contempló el cadáver de la Mutant Queen con una expresión de indignación. El cuerpo sin vida yacer en un estado deplorable.

—No es justo que ustedes sufran de esta manera. El mundo las ve solo como una amenaza, pero ellos no ven lo que yo veo —dijo Nisha, la rabia y la compasión mezclándose en su tono.

—Nisha...

—A pesar de todo lo ocurrido con Shirke, sé que las Mutant Queens son como cualquier ser humano. No son meras armas, y tú, N 13, me has mostrado el lado más humano de tu especie. Buscas conocer quién eres, cuál es tu propósito, y esta vez no estarás sola.

—Gracias por tener fe en mí, Nisha —respondió N 13, su voz cargada de gratitud—. Pero recuerda que al salvarme, tuviste que sacrificar a mucha gente.

—Lo sé —admitió Nisha—. Pero Urk habría hecho lo mismo. Él y yo hablamos sobre cómo la única forma de acabar con Shirke era que otra Mutant Queen nos ayudara.

El plan surgió durante las lecciones del General Gladius, cuando nos habló de la historia de tu especie. A lo largo de este decadente mundo, se han avistado muchas como tú. Desconocemos cuántas son en realidad. Viven en las sombras, apareciendo solo para cazar y hacerse más fuertes. Son cazarrecompensas de gran utilidad, aunque no todas poseen un poder desmesurado y cada una tiene su propio estilo de combate.

Gladius ha visto muchas Mutant Queens en sus viajes y he aprendido mucho sobre ellas gracias a sus diarios y estas ruinas.

Mientras la joven amazona exploraba, notó que había un monitor encendido en la sala y se acercó a él. N 13 la siguió, curiosa.

—¿Qué ocurre, Nisha? —preguntó N 13.

Nisha se inclinó sobre el monitor y se dio cuenta de que había carpetas en la computadora.

Mutant Queen: InquisiciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora