¿QUÉ TAN LEJOS TE PUEDE HACER LLEGAR TU MENTE?

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EL DIARIO DE UNA DEMENTE (Parte 2)

Desperté horas más tarde en el hospital, sola, como siempre, nunca había nadie a mi lado, no había a quien llamar en caso de emergencia, creo que de morir nunca se darían cuenta, la enfermera dijo que el médico llegaría pronto para hablar conmigo.

Una hora más tarde apareció mi psicólogo, y me explicó que había tenido un ataque de pánico en el supermercado y que alguien había llamado una ambulancia, luego dijo -¿Has tomado tus medicamentos?- Yo me quedé callada, y él me habló un tanto serio, -Te dije que sino los tomabas empeorarías-, yo seguí callada, la verdad no tenía ganas de hablar con nadie, -debes tomarlos o vas a perder el control sobre ti, te hice cita con un psiquiatra- seguí en silencio.

Mientras el médico estuvo en mi habitación las voces permanecieron calladas, en cuanto se fue atacaron de nuevo, horas más tarde me dieron de alta, llegué a una casa vacía, nadie me esperaba, nadie había llamado para preguntar porque no había ido a trabajar, dolía darme cuenta lo invisible que era para todos.

Saqué una botella de tequila de la alacena y empecé a beber, ya estando un poco ebria, mi mente me llevó al momento donde todo comenzó, justo al momento donde mi mente se dañó.

Tenía seis años, usaba vestidos de flores, calcetas con encajes, zaptos de charol y siempre bien peinada, tenía una hermana menor con la que íbamos a jugar siempre a la casa de los vecinos, mis papás confiaban mucho en ellos, pero ese día todo cambió, el esposo de la vecina estaba solo, y entonces el juego cambió.

Continuará...

- Lissbeth SM.

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