LA VENGANZA TOMA FORMA

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EL DIARIO DE UNA DEMENTE (Parte Vl)

La semana transcurrió entre preparativos para el cumpelaños de la rubia, salidas a comer y risas, todos estaban encantados con mi casa, la rubia quería que nos la pasaramos en ella, le encantaba pasearse por la piscina en traje de baño mostrando su hermoso cuerpo, y yo la veía muy sonriente mientras en mi cabeza las voces hacian planes para la gran noche.

Llegó por fin el día del cumpleaños de la rubia, yo le horneé pastelillos y los llevé al trabajo, la recibimos con un grito de "Sorpresa" y ella reía y reía, me abrazaba dándome las gracias, nadie tenía idea de lo que las voces y yo planeábamos, hace algunos días había dejado de tomar mis ansiolíticos y antipsicóticos, y fingía ante el psiquiatra que había dejado de escuchar las voces, no podía darme el lujo de que se dieran cuenta lo que estábamos tramando.

Llegó la noche y mi casa se llenó de globos, comida y alcohol, la rubia se veía despampanante, toda la atención era para ella y mi casa, nadie podía creer que yo tuviera una casa tan grande y elgante, todos absolutamente todos, tomaron y tomaron alcohol, todos excepto yo, necesitaba estar en mis cinco sentidos, ya entrada la madrugada la rubia empezó a despedirse de todos, argumentando que ya estaba muy ebria y cansada, que había pedido un taxi, y todos se despidieron de ella, cuando llegó a despedirse de mí le ofrecí quedarse en la habitación principal de la casa, aceptó de inmediato, fue tan tonta, ella misma me hizo todo fácil.

A eso de las cuatro de la mañana, todos empezaron a irse, todos estaban demasiado ebrios, para las cinco de la mañana ya no quedaba nadie, y yo inicié mi plan, subí a la habitación y como era de esperarse la rubia estaba totalmente pérdida de borracha, así que la tomé y la arrastré hasta el jardín, la senté en una silla la amordacé y amarré, acto seguido la desperté lanzándole un cubetazo de agua, aún recuerdo el temor en sus malditos ojos azules, -Hola bonita, ¿Creíste que ibas a burlarte de mi y te quedarías tan tranquila? Ja, ja, ja, ja, veamos el amanecer juntas, los rosales se ven más preciosos aún con los rayos del sol- ella empezó a intentar soltarse y llorar, las lágrimas recorrían su rostro.

-Tranquila pequeña, nadie va a buscarte es fin de semana y ayer te despediste de todos, todos te creen en tu casa con una enorme resaca, pero estás aquí a punto de escuchar la historia de cada uno de mis rosales- la rubia me veía con los ojos bien abiertos y llenos de lágrimas.

-¿Ves el rosal rojo? Ese fue el primero que planté, y verás.

Continuará...

- Lissbeth SM.

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