La Séptima Sakamaki (RD)

Capítulo 1: Un Amor Entre Un Vampiro Y Una Deidad

-bien, supongo que les debo una explicación- dijo mi padre -Así que les contare todo desde el inicio-

~Flashback~

En un pueblo, no muy lejos del portal que conecta el mundo demoniaco/vampiro y el plano mortal, había una casa bastante bonita y rústica, en ella, habitaba una mujer de cabellos blanquecinos y ojos rosado-rojizo, era la única habitante en esa solitaria casa, sus padres habían desaparecido misteriosamente y su hermana estaba quien sabe dónde.
La joven de tan solo 16 años vivía feliz su vida, sola, pero feliz, todo el pueblo la doraba, no solo por su bella personalidad y delicada voz, sino también por su belleza extrema hasta el punto que la compraban con una mismísima deidad/diosa, aunque no estaba tan alejado de la realidad.

Un día como cualquiera, la joven estaba paseando tranquilamente por el pueblo que quedaba cerca de su humilde hogar, ahí, se topó con un caballero de cabellos blanquecinos y ojos dorados, el joven noto la mirada de la peli-blanca, su simple apariencia lo dejo cautivado y no dudo ni un instante en acercarse a ella.

No tardaron mucho en enamorarse, tenían bastantes cosas en común, sin embargo, ese amor no fue lo suficiente para el caballero, él tenía un objetivo fijo, el trono del reino demoníaco y para ello, necesitaba desposar a la hija del actual rey, Cordelia, bien dicen, el amor es ciego, a Fiorella no le importo eso, ella apoyaría a su amado hasta el final, así que lo apoyo.

El tiempo paso, Karl se casó con Cordelia y con otras 2 mujeres, pero a pesar de esto, Karl seguía amando a su bella flor como el primer día, mientras que a las otras tres las usaba, a ella la amaba, sus tres mujeres le dieron 6 hijos, pero un día, paso algo que realmente le alegró.

-Karl- hablo la peli-blanca con su ya típico todo de voz suave que tanto cautivaba al actual Rey vampiro.

-Dime querida- respondió el volteando a verla, ambos estaban casados, un matrimonió a escondidas, solo una persona sabía de esto, el hermano menor de Karl.

-Yo... no sé cómo te vayas a tomar esto, sé que es repentino, que no tiene importancia p...- antes de terminar, sintió una mano en su mejilla, no sabía en qué momento había llegado hasta ella, pero ahí estaba, acariciando su mejilla y viéndola con ternura.

-Dime que pasa mi bella flor- hablo esta vez el acariciando su mejilla.

-Yo... Estoy embarazada- dijo mientras bajaba la mirada.

Karl la abrazo con todas sus fuerzas y la beso, estaba feliz, por fin tendría un hijo con la su esposa, con la única mujer que amaba realmente.
Los meses pasaron y de ese amor nació una pequeña bebé de cabellos castaños y ojos cafés, aunque con el pasar del tiempo notaron que estos podían cambiar a un dorado similar al de su padre.
La pequeña creció llena de amor por parte de sus padres y de su tío, el cual, la iba a visitar muy seguido

-Tío Richter!!!- grito una pequeña de solo 3 años corriendo hacia un pli-verde, el cal, gustoso recibió el abrazo de aquella pequeña.

-Mi pequeña princesa, ¿Cómo has estado? - sonrió mientras acomodaba a la pequeña en sus brazos.

-Bien tío, ¡mira, Ya se transportarme y cambiar de forma! - conto la menor mientras se transportaba frente a una mesa en la cual se encontraban sus padres, su madre tejiendo un poco y su padre leyendo a la vez que dejaba claros sus rasgos vampiros, tanto heredados de su padre, como un par de rasgos de su madre.

La pequeña, al cambiar de forma, poseía unos ojos dorados, como los que portaba su padre en su forma vampírica y cabellos albinos, iguales a los de sus padres, ambos poseían esa característica, la razón por la cual tenía ambas formas era fácil, un camuflaje humano, igual a lo que hacía su padre, pasando de estar en su forma política a su forma de rey vampiro.

-Muy bien pequeña, pronto serás toda una reina vampiro- dijo su tío acariciado el caballo de la menor.

-Richter, no digas esas cosas, aún no sabemos si ella será la que ocupara ese puesto, además, conoces las reglas- menciono la mujer, de cabellos albinos y ojos tan bellos como el brilo de dos cuarzos.

-Vamos Fiore, ella aun es una niña, además, sea o no sea, siempre será nuestra princesa- dijo el albino mientras cargaba a la pequeña, la cual, se sujetó fuertemente de los brazos de su padre y recargo su cabeza en su hombro cerrando sus ojos -Y bien hermano, ¿a qué debemos tu visita? - pregunto a su hermano el cual cambio su mirada alegre a una más seria.

-Los trillizos han matado a Cordelia- menciono el menor de ambos hermanos, obviamente omitiendo el hecho de que el había arrancado el corazón de dicha mujer para implantarlo en un bebé recién nacida

Se preguntarán, como es que Yui es un año mayor de esta pequeña y sus hermanos ya son adultos?, fácil, el tiempo en un vampiro pasa diferente al de un humano, un vampiro tarda más en llegar a la madurez a comparación de un simple humano (sin ofender), además, que sus hermanos habían nacido años o más tiempo atrás, por la época victoriana o antes, así que llevaban más años vivos (Aunque mentalmente solo había 2 maduros ;-;), en fin.

El albino se puso serio, e inmediatamente entro a la casa para recostar a la pequeña en su habitación y arroparla, seguidamente para darla un beso en su frentesita.

-ya te vas otra vez papi? - pregunto la menor aun adormilada mientras veía a su padre con tristeza.

-solo será unos días mi niña, luego de eso, volveré contigo y con tu mami, las llevare a conocer el mundo demoniaco y haremos todo lo que tu me pidas- dijo mientras acariciaba los cabellos castaños de su hija menor.

-lo juras? - miro a su padre intrigada por su respuesta, a pesar de que con todas sus responsabilidades y sus demás esposas e hijos tenía una gran carga, con su esposa Fiorella y con su única hija mujer, el era diferente, no era ese padre ausente, era un padre y esposo cariñoso, uno que se preocupaba por el bienestar de su familia.

-lo prometo princesa, ahora, descansa- beso la frente de su hija una última vez para que esta luego quedara completamente dormida, seguidamente salió del cuarto dejando una vela prendida y yendo con su esposa para despedirse e informarle de la situación.

Fiorella, estaba enterada de los otros 3 matrimonios de su esposo y de cada uno de sus hijos, a ella no le importaba, lo amaba, eso era lo que realmente valía, demás, de que el siempre le había dado su lugar, a si misma y a su hija, así que eso no era problema, aunque, actualmente, desconocía el estado en el que se encontraban las otras esposas de su Madrid, ignoraba completamente el hecho de que estas habían sido asesinadas a sangre fría por sus hijos.

Con el pasar de los años, la menor creció con el amor y cariño de ambos padres, no fue hasta sus 15 años que su madre falleció, vivió todo un año con su padre, hasta que este decidió que seria mejor que esta estuviera con sus hermanos, en más compañía y tal vez así, que todos fueran una familia real, una familia como la que tuvo con su amada flor.

~Fin Del Flashback~

-Y esa es la historia- dijo el albino mientras acariciaba el cabello de su hija la cual se había quedado dormida durante la historia, como si les hubiera contado un cuento.

-asi que nos dices que esta niña nació de otro matrimonio? - comento Reiji acomodando sus lentes y analizando la historia de su progenitor.

-Sí, así que, por favor, solo les pediré, que cuiden bien de su hermana- dijo Karl mientras miraba a su hija en sus brazos.

-Tsk, que molestia-respondió el Subaru mientras cargaba a su ahora hermana con cuidado, alejándola de los brazos de su padre el cual, parecía no quererla soltar.

-No nos das ordenes- esta vez el que tomo a la chica en brazos fue Shu para inmediatamente transportarse al cuarto de su hermana y recostarla, a la vez que se recostaba a su lado.

Lo que los presentes no habían notado es que la menor aún estaba despierta, solo usaba la actuación legendaria de la rosa de Guadalupe :v, la menor, abrazo a su hermano mayor, aferrándose a el y dejando sorprendido al mayor.

-(Tranquilo papá, ahora, seremos una familia, ya lo veras)- pensó la menor para inmediatamente, ser correspondida por su ahora hermano mayor, cayendo esta vez ambos en un sueño.

Continuara....