021

315 59 4
                                    

Era un día normal, Yeosang estaba en terapia como siempre

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Era un día normal, Yeosang estaba en terapia como siempre. Yunho y la madre del pelinegro estaban en la sala de espera.

La madre de Yunho estaba de viaje y también tenía que cuidar a su hermanito pequeño, así que por ello el mayor prefería estar siempre con la madre de Yeosang.

Yunho miraba el reloj mientras escuchaba música.

Se sentía algo incómodo. Miraba a la mujer a su lado, se veía tan tranquila, como hace tiempo no la veía.

Sin duda aquella noticia destruiría su vida.

Pero tenía que decirle.

Faltaba media hora para que terminara la revisión de Yeosang cuando Yunho le dijo lo que sabía.

La mujer no lo creyó posible en un principio, pero bastó con que pensara un poco para darse cuenta.

Lloró y Yunho estuvo allí para consolar a aquella mujer que era tan amable con él.

— Por favor, Yunho. Llévate a Yeosang lejos de aquí por una semana, faltan tres días para su cumpleaños. Veré como soluciono esto, pero por favor, no quiero que esté aquí.

— Lo haré, lo juro. Yeosang no puede volver a tener contacto con él. Por su culpa hemos sufrido todos.

Yeosang salió con una sonrisa de la habitación y la mujer secó sus lágrimas rápidamente.

El menor no sospechó nada.

Cenaron todos juntos aquel día, pero el padre de Yeosang tuvo un contacto algo cercano con el menor.

Yunho sintió su sangre arder cuando el hombre abrazó a Yeosang para felicitarlo por su progreso.

Esa noche, Yeosang tuvo una crisis de pánico.

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
PASITOS DE PINGÜINO ━ YUNSANGDonde viven las historias. Descúbrelo ahora