❝ Yeosang es un niño de siete años que diagnosticaron con Hafefobia a muy temprana edad. Yunho es un niño de nueve años que no sabe por qué tiene que jugar con otro pequeño que ni siquiera conoce y además parece tenerle miedo. ❞
ESTÁ OBRA NO ES DE...
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Yeosang tenía una mochila con su móvil, un sándwich de mermelada de moras y una pequeña botella de jugo de manzana.
Había quedado con Mingi para acompañarlo a ensayar.
Yeosang jamás había salido sólo de casa, pero ahora se veía en la obligación de hacerlo porque su madre había ido a trabajar y Yunho estaba ocupado en sus exámenes de admisión para la Universidad.
Así que se subió al tren solito y luego caminó hasta dar con la dirección que le había dado Mingi.
Se sintió orgulloso cuando llegó. Nada mal para un niño de 16 años; Yeosang sonrió feliz.
Subió en el ascensor y dio con una sala que decía "Dance Practice".
Vio a Mingi en cuanto entró al lugar, estaba con otras personas que creía haber visto en fotos del de cabellos castaños. También estaba San, uno de los amigos de Yunho.
— ¡Yeosanggie, llegaste! Chicos, este es Yeosang, del que les hablé.
Luego de que lo saludaran, con algo de distancia para el bien del menor, Mingi volvió a dirigir su mirada a Yeosang.
— Los chicos quieren verte bailar, les mostré el vídeo que grabamos hace unos años en la escuela. Pienso que deberías ser parte de la academia.
Yeosang lo pasó muy bien ese día, pero aún recordaba sus piernas temblando cuando la música sonó y todos le miraban.
Llegó a casa en la tarde, con medio sándwich en la mano y sus audífonos puestos. Su madre se alegró de que Yeosang tuviera más amigos ahora.
Yunho llegó poco después para poder estar un rato con el menor.
— ¡Yunho-hyung!
La madre de Yeosang saludó a Yunho.
— Este chico es todo un hombrecito ya, fue sólo al centro y volvió a casa sano y salvo.
Yunho sonrió feliz ante la noticia.
Yeosang le abrazó mucho. Le dio mucho cariño y finalizó el patrón de actos con un:
- ¡Me gusta mucho bailar!
Yunho pensó que Yeosang había encontrado al fin lo que lo hacía verdaderamente feliz. Cuando su madre fue a la cocina, Yunho le besó los labios, las mejillas y la frente.
— Felicitaciones, precioso.
— Tus pasitos de pingüino funcionaron, Yunho-shi.
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