045

145 32 0
                                    

Un joven alto se acercaba corriendo a otro que estaba parado en medio de la vacía estación del tren

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Un joven alto se acercaba corriendo a otro que estaba parado en medio de la vacía estación del tren.

— Tengo muy buenas noticias, Hyung.

En cuanto el otro le mostró el papel de su diagnóstico, Yunho reaccionó como si hubiera encontrado la respuesta de todos los problemas del mundo.

Estaba tan feliz, demasiado feliz.

Era la primera vez, según Yeosang, que Yunho sonreía tanto que su sonrisa era enorme dejando ver perfectamente sus dientes mientras que sus ojos se hacían pequeños.

Y le gustaba mucho.

El alto se acercó lo más que pudo a Yeosang, le dio igual que alguien llegara y los viera, y llenó la carita del de cabellos grises con besitos.

Yunho jamás pensó que podría llegar a amar tanto a alguien.

Y aprovechó el momento para llevarse a Yeosang a algún lugar, quizá a comer o algo porque quería celebrar.

El alto creía, ahora más que nunca, que Yeosang se merecía ese tipo de felicidad y mucha más. Porque era un chico con un corazón demasiado bonito.

Era todo lo que le faltaba a Yunho en la vida, era el pingüino que había ganado su corazón y al que iba a estar amarrado por siempre.

Nunca sería capaz de imaginarse un mundo sin el chico sonriente que tenía en ese instante a su lado, no podría vivir sin sentir la calidez de su alma junto a la suya.

Nunca sería capaz de imaginarse un mundo sin el chico sonriente que tenía en ese instante a su lado, no podría vivir sin sentir la calidez de su alma junto a la suya

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
PASITOS DE PINGÜINO ━ YUNSANGDonde viven las historias. Descúbrelo ahora