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— Yo soy un niño grande, Hyung

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— Yo soy un niño grande, Hyung.

— Ja ja, claro. Y yo mido 1,60.

— ¡Hyung!

Llevaban más de quince minutos discutiendo lo mismo, aYunho le gustaba molestar a Yeosang porque aún le faltaban dos años para cumplir la mayoría de edad.

Aunque no era mucha la diferencia de ambos, aún así siempre le recordaba sus 16 añitos.

Caminaban de la mano por el parque que estaba frente a la pequeña Academia de Yeosang, era un extenso terreno lleno de árboles y plantas.

Yeosang decía que era un "bosque- bebé" porque aunque tenía el aspecto de un verdadero bosque, era mucho más pequeño que uno.

— Yunho, quiero un helado.

— Pero aún hace frío, si comes un helado te vas a enfermar más de lo que ya estás.

— Por favoooooor, Yunnie.

— Nop.

— Por favooor, por favor, por favor ¿Si?

— Agh, te odio Kang Yeosang.

— Yo también te quiero, Hyung.

Yeosang siempre ganaba sus pequeñas
peleas, Yunho odiaba ser tan vulnerable
a la ternura del menor.

El más bajo nunca se había imaginado que estaría en un momento tan bonito.

Se sentía bien.

De pequeño, sólo creía que viviría encerrado en su habitación para siempre porque a él no le gustaba la compañía.

Pero ahora que miraba al chico parlanchín con aquel suéter muy bonito desde lejitos, pensaba que su esfuerzo había valido la pena.

Porque ahora podía compartir con el mayor, porque era sólo de él.

Yeosang quería estar siempre con Yunho.

Era un pequeño pingüinito enamorado.

Era un pequeño pingüinito enamorado

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PASITOS DE PINGÜINO ━ YUNSANGDonde viven las historias. Descúbrelo ahora