Adrián estaba aún más confundido que antes, no sabía que pensar ni cómo actuar, lo único que tenía claro en su mente era que tenía que seguir sus instintos, los cuales le decían que se acercara a aquella joven de la tienda de música porque le ayudaría en algo y él quería creer que lo socorrería con los sobres. A pesar de todo estaba emocionado y feliz porque al fin tendría alguien en quien confiar, a quien contarle sus problemas y ayudar a resolver los de ella también o al menos eso ansiaba.
Cuando regresó a su casa no encontró a sus padres, lo único que vio fue una nota: “Volvemos a la hora de cenar”.
- Típico… nunca dan explicación alguna de por qué no se encuentran en la casa, lo único que dicen es cuándo volverán ¿A qué se debe tanto misterio? ¿Sera verdad lo que me dijo mi abuelo? ¿Acaso todo esto es por instrucciones suyas o es más que eso? – decía mientras iba a su habitación.
Apenas entró en su cuarto encendió su equipo de música y comenzó a escuchar una mezcla de música clásica que había preparado él mismo. Luego tomó un cuaderno y un lápiz para comenzar a escribir las cosas que le habían pasado últimamente con el fin de tenerlas presentes e ir aclarando sus pensamientos. Luego de un rato se dio por vencido, no iba a sacar nada anotando aquellas cosas, las respuestas no las lograría encontrar con el solo hecho de copiarlas allí, necesitaba buscarlas “¿Por dónde debería comenzar a buscar lo que necesito? No tengo ni la más mínima idea de qué debería hacer ahora. No sé cómo debo actuar, ni siquiera sé qué meditar sobre todo esto. Lo único que sé con certeza es que todo lo que he vivido ha sido real. Al menos ese es un avance, ahora sé con certeza que aquella criatura era real y no producto de algún tipo de alucinación que pueda haber llegado a tener, sin embargo, sigo ignorando el motivo por el cual me perseguía o el hecho de por qué se encontraba allí en ese momento…” se cuestionaba cuando de repente escuchó algo.
- Las respuestas que buscas no caerán del cielo, debes encontrarlas por ti mismo. Ahora te acercaste a un lugar que te facilitará encontrarlas pero eso no quiere decir que será fácil. Tienes un largo camino que recorrer pero no olvides que ya no estás solo – dijo la extraña voz como si estuviera grabada en la música.
Adrián se levantó de su cama y retrocedió la música pero no logró escuchar de nuevo aquella voz.
- ¿Estás ahí? – preguntó Adrián sin saber muy bien hacia donde hablar.
- Siempre he estado aquí, aunque tú no lo hayas notado.
- ¿Quién eres? ¿Por qué me ayudas?
- Soy tu guardián, una clase de guía, por decirlo así, por eso te ayudo. Si en algo tenía razón aquel señor es que eres alguien especial, ya descubrirás porque todos te dicen esto, debes ser paciente. Las respuestas yacen donde menos lo esperas, debes tener cuidado en el camino que te llevará a encontrarlas porque la traición se encuentra donde menos lo aguardas – dijo la voz, apagándose a medida que la canción terminaba.
- ¿La traición? – preguntó Adrián sin tener respuesta
– ¿Estás ahí? – preguntó nuevamente sin obtener respuesta alguna.
Adrián quedó paralizado con aquella conversación. Era la primera que experimentaba alguna interacción con su guardián desde aquella noche en la que escuchó su voz por primera vez, por lo que no lograba aceptar fácilmente el hecho de que alguien que no podía siquiera ver le hablara de formas tan misteriosas. A pesar de que aquella charla le había traído más dudas aún, sabía con seguridad que este pueblo le traería respuestas como también tenía claro que debía buscar en lugares donde no esperaría encontrarlas. “¿Desde cuándo tengo un guardián? ¿Por qué todos dicen que soy tan especial? ¿Cuáles serán las opciones que puedo elegir gracias a ser especial?... Si realmente soy así y mi abuelo no me estaba mintiendo entonces tampoco tendría que haberlo hecho acerca del hecho que hay gente que me persigue ¿Y si esa criatura no estaba ahí por mera casualidad? ¿Y si alguien la había mandado a matarme? ¿Acaso ya elegí alguna opción como para que me persigan a muerte o es que puedo llegar a ser alguien realmente peligroso? Ya no sé nada a excepción que algo especial me pasó esa noche y desde entonces no han dejado de pasarme otras más que me están llenando de dudas… Incluso esta ciudad me trae sensaciones que nunca había sentido antes, todo es tan extraño…” meditaba luego de aquella especie de dialogo con su protector. Luego de un rato decidió irse a su cuarto de entrenamiento para olvidar todo aquello que estaba sucediendo últimamente y logró olvidarlo mientras estaba entrenando, sin embargo, mientras se duchaba estas volvieron a él. Al salir del baño bajo y fue al comedor, debido a que era la hora de cenar, y allí estaban sus padres sentados y con comida china sobre la mesa “Genial… estoy muerto de hambre pero esto no me da ninguna buena impresión”.
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El Don
FantasyEl tiempo de que Adrián tome una de las decisiones más importantes de su vida se acerca, pero es sobre un mundo que acaba de conocer y del que no sabe prácticamente nada, por lo que tiene hasta antes de los 19 años para tomar una decisión y hacerse...