Doce

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Adolfo...

Con rabia quito una estúpida lágrima de mi mejilla. De un trago termino mi bebida y lo vuelvo a llenar. ¿Que mas puedo hacer? La cagué y no veo forma de remediarlo. Me vuelvo a terminar mi trago y sirvo otro mas, aun duele lo que me dijo, mejor dicho lo que yo sabia y por idiota no he querido ver, se va y no tengo como detenerla, ella tiene razón, ella no tenia culpa alguna, ella era la mas inocente, ella ya ha sufrido mucho, no puedo detenerla contra su voluntad, Alicia es libre. Me termino el trago y lo vuelvo a llenar, recordando nuestra última charla.

" _¿Tampoco importa que te ví, como en el establo te besabas con... La Sra. Cabrera?.

Eso me dejo en shock. ¿Nos vio? Trago con esfuerzo. Una cosa es que se lo haya confesado pero el que nos haya visto...

_Alicia, ya te dije que no...

_Si, si, que tu no la besabas que era ella.

Se vuelve y su ojitos verdes penetran los mios como si quisiera leer mi alma, como si estuviera considerando algo, o como si en ese momento estuviera decidiendo algo que a ella le duele.

Mi única esperanza y consuelo es que paloma tenga razón y que la lindura de mujer que tengo frente a mi este enamorada de este hombre idiota.

_Adolfo... Tu, ¿aun la amas...?

No esperaba para nada esa pregunta.

_... No te voy a reprochar nada, pues no hay nada que reprochar ya, uno hace locuras por amor... Solo quiero saber que... - se calla un momento y luego retoma la conversación - No soy una persona egoísta Adolfo, si tu amas a... A ella, te aconsejo que luches por ella, que dejes rencor alguno, pero que luches de frente.

No se que diablos decir, cada día que pasa y conozco un poco mas de Alicia me doy cuenta que ella es una persona increíble y que si ella hubiese estado en el lugar de flor, ella si me hubiese esperado. Me acerco un poco mas, invadiendo su espacio - de echo me gusta mucho sentir su perfume - pongo mis ojos en esos posos verdes que adornan su cara.

_Solo dime algo, lindura _ mi voz sale ronca. Lindura, si, Alicia me parese linda _ ¿que sientes por mi?

Quiero saberlo, necesitó saberlo. Abres sus ojos con asombro, pero me mantiene la mirada, sonríe un poco y sus ojitos se vuelven tiernos.

_Lo que yo siento por ti, Adolfo, no cambiará nada, pero aun así te lo diré, al principio, me gustaste, para que negarlo eres un hombre muy guapo, después tus caricias y besos me nublaron cualquier tipo de pensamiento coerente  y ahora...

_Ahora ¿que? _ la incito a que siga hablando.

_Mi corazón late con fuerza cada que incluso escucho tu voz... Yo, me enamore, estoy enamorada de ti Adolfo.

El vuelco que siento en mi corazón es tan sorpresivo que no lo pienso, uno mis labios a esos pétalos rosados frente a mi,  increíblemente no me rechaza, me corresponde y mis esperanzas crecen, acarició y disfruto de ella, me siento eufórico, Alicia corta el beso y al retirarme sus ojos están hechos agua. Sonríe con tristeza.

_ Ahora dime, ¿aun la amas?

_No se porque quieres saber esa tontería._ digo ya frustrado. ¿Que si la amo? No lo se, si, la ame, pero en este momento no se que siento por ella.

_No es una tontería si hiciste todo esto por que no te espero, o... ¿Solo fue por ego, rencor, orgullo? De que " si tu puedes yo también? Porque si fue por eso es algo muy mezquino. Adolfo, quiero solo la verdad, de eso dependerá mi decisión.

El sendero de tu piel Donde viven las historias. Descúbrelo ahora